L D (EFE) El ataque se registró en Khost, capital de la provincia del mismo nombre, cuando un hombre que llevaba un chaleco con explosivos lo hizo detonar frente a una comisaría, según explicó el portavoz del Ministerio del Interior, Zemaria Bashary.
La provincia de Khost es fronteriza con las zonas tribales de Pakistán, donde los terroristas han establecido sus bases desde las que se infiltran en Afganistán para realizar sus ataques indiscriminados contra la población afgana y los fuerzas de la coalición.
La táctica de los ataques suicidas poco empleada por los fundamentalistas talibanes se ha convertido en un práctica casi diaria. Los datos apuntas que este tipo de ataques se ha multiplicado por seis en 2006, siendo éste el año más sangriento desde que la organización terrorista fue expulsada del poder en 2001.
En otro ataque suicida ocurrido el viernes en Kabul murieron seis personas, una de ellas un policía. El miércoles, fallecieron nueve civiles cuando los terroristas lanzaron un coche con explosivos contra fuerzas de la OTAN en la sureña Kandahar.
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