LD (Agencias) Una nota de la oficina del presidente nigeriano, Olusegun Obasanjo, señala que “el Gobierno de Nigeria quiere confirmar las condiciones dadas y aceptadas por el señor Taylor para su asilo (en Nigeria) que claramente prohíben cualquier interferencia en el proceso político en su país”. Funcionarios de la oficina de la presidencia dijeron que la advertencia a Taylor surge después de que diplomáticos de la Unión Europea (UE) denunciaran que el ex mandatario liberiano “continúa interfiriendo” políticamente en este momento crucial por el que atraviesa Liberia, tras alcanzarse una frágil tregua después de catorce años de guerras civiles continuadas.
Los funcionarios europeos confirmaron que Taylor mantiene un contacto diario con el presidente interino, Moses Blah, y otros altos cargos del Gobierno y que continuaba “moviendo los hilos de la política de su país”. El ex jefe de Estado liberiano, el mismo día en que viajó a Nigeria camino del exilio, traspasó el poder a Blah, en un pacto de paz alcanzado con la rebelión, en el que se exigía también su salida del país y abandono de la política y cualquier interferencia futura en ella.
Los rebeldes liberianos en la actualidad controlan prácticamente todo el país y la capital Monrovia está bajo la vigilancia de un destacamento militar de 3.500 soldados enviado por la Comunidad Económica de los Estados de África del Oeste (CEDEAO). Dicha fuerza será, probablemente, relevada por un fuerte contingente de “cascos azules” de la ONU de unos 15.000 hombres en octubre próximo.
Los funcionarios europeos confirmaron que Taylor mantiene un contacto diario con el presidente interino, Moses Blah, y otros altos cargos del Gobierno y que continuaba “moviendo los hilos de la política de su país”. El ex jefe de Estado liberiano, el mismo día en que viajó a Nigeria camino del exilio, traspasó el poder a Blah, en un pacto de paz alcanzado con la rebelión, en el que se exigía también su salida del país y abandono de la política y cualquier interferencia futura en ella.
Los rebeldes liberianos en la actualidad controlan prácticamente todo el país y la capital Monrovia está bajo la vigilancia de un destacamento militar de 3.500 soldados enviado por la Comunidad Económica de los Estados de África del Oeste (CEDEAO). Dicha fuerza será, probablemente, relevada por un fuerte contingente de “cascos azules” de la ONU de unos 15.000 hombres en octubre próximo.