L D (EFE) En dicha resolución, aprobada el dos de septiembre, se pide a todas las fuerzas extranjeras que se retiren del país del Cedro –en clara referencia a Siria– y se insta a Beirut a desmantelar todos los grupos armados que operan en su territorio, ya sean nacionales o extranjeros.
El texto no es vinculante, ya que no está redactado bajo el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas, que permite la imposición de sanciones y el uso de la fuerza como último recurso.
La adopción de la declaración presidencial –impulsada por EEUU y Francia– suscitó controversias, ya que se opusieron a la misma Argelia y Pakistán, que, junto con otros países, se abstuvieron en la votación de la resolución 1559.
La adopción de la declaración presidencial –impulsada por EEUU y Francia– suscitó controversias, ya que se opusieron a la misma Argelia y Pakistán, que, junto con otros países, se abstuvieron en la votación de la resolución 1559.
Éxito de Washington y París
Finalmente, las delegaciones estadounidense y francesa lograron convencer a Argelia, que hasta el último momento mostró sus reticencias a la adopción de una declaración presidencial. Para que el país norteafricano aceptara el texto Washington y París modificaron la periodicidad –de tres a seis meses– con que Annan debe presentar sus informes sobre la aplicación de la 1559.
Esto significa una victoria para EEUU y Francia, que preferían adoptar una declaración presidencial porque supone haber obtenido el consenso de los 15 miembros del Consejo. Sin embargo, tenían preparado otro texto, por si no conseguían un respaldo unánime, que sólo requeriría de nueve votos favorables para su aprobación.
En la declaración se hace hincapié en el informe que Annan presentó el día 3, en el cual concluía que ni Siria ni el Líbano habían cumplido completamente con los requerimientos de la resolución y no habían fijado ningún calendario para cumplir con sus provisiones.
Tanto Damasco como Beirut enviaron en octubre sendas cartas al Consejo de Seguridad. En ellas trataban de justificar su posición y calificaban la adopción de la resolución como una "interferencia en los asuntos internos" de dos países, lo que contradice la Carta de la ONU.
Finalmente, las delegaciones estadounidense y francesa lograron convencer a Argelia, que hasta el último momento mostró sus reticencias a la adopción de una declaración presidencial. Para que el país norteafricano aceptara el texto Washington y París modificaron la periodicidad –de tres a seis meses– con que Annan debe presentar sus informes sobre la aplicación de la 1559.
Esto significa una victoria para EEUU y Francia, que preferían adoptar una declaración presidencial porque supone haber obtenido el consenso de los 15 miembros del Consejo. Sin embargo, tenían preparado otro texto, por si no conseguían un respaldo unánime, que sólo requeriría de nueve votos favorables para su aprobación.
En la declaración se hace hincapié en el informe que Annan presentó el día 3, en el cual concluía que ni Siria ni el Líbano habían cumplido completamente con los requerimientos de la resolución y no habían fijado ningún calendario para cumplir con sus provisiones.
Tanto Damasco como Beirut enviaron en octubre sendas cartas al Consejo de Seguridad. En ellas trataban de justificar su posición y calificaban la adopción de la resolución como una "interferencia en los asuntos internos" de dos países, lo que contradice la Carta de la ONU.
Beirut considera al grupo terrorista Hezbolá un "grupo de resistencia nacional"
Francia y EEUU acusan a Damasco manejar a su antojo la política del país vecino, y esgrimen como ejemplo la modificación de la Constitución libanesa para que pueda permanecer otros tres años en el poder el prosirio Emile Lahuod.
Por lo que hace a Annan, ha recordado al Gobierno libanés que todavía no ha cumplido con las disposiciones de la resolución 1559, que instan a desmantelar todas las milicias nacionales y extranjeras; alude así, especialmente, a los grupos terroristas palestinos que operan en el país y al grupo terrorista Hezbolá, que a juicio de Beirut no es tal, sino un "grupo de resistencia nacional" que tiene como objeto defender el Líbano de Israe