LD (EFE) Los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU han aprobado una declaración de la presidencia en la que "pide que todas las fuerzas extranjeras se retiren de inmediato del territorio somalí y, en particular, exige a Etiopía retirar sus tropas y cesar sus operaciones militares dentro de Somalia".
La declaración de la presidencia del Consejo no es vinculante y se adopta por consenso, mientras que una resolución debe someterse a votación y para su aprobación requiere de nueve votos de los quince miembros del órgano de la ONU, y que ninguno de loa cinco permanentes (EEUU, Rusia, Francia, el Reino Unido y China) ejerza su derecho de veto.
Los miembros de este órgano destacaron el compromiso de Etiopía de retirar sus fuerzas de los territorios somalíes y de preparar el terreno para la aplicación de la resolución 1.725 del Consejo de Seguridad de la ONU. En dicha resolución, se autorizaba el envío de una misión de paz africana (IGASOM) con el objetivo de apoyar al gobierno de transición en Somalia, en la que no debe participar ningún país vecino, como es el caso de Etiopía, Yibuti y Kenia.
Pese al deterioro de la situación, el enviado especial de la ONU en Somalia, Francois Lonseny Fall, tiene esperanza en la reunión que se celebra en Adis Abeba con representantes de la Liga Árabe, Unión Africana (UA) y la Autoridad Intergubernamental sobre Desarrollo (IGAD) para buscar soluciones al conflicto.
El Gobierno etíope ha confirmado que dispone de tres mil soldados luchando en Somalia y señaló que sus efectivos están a medio camino de completar su misión, que comenzó el domingo pasado con un ataque aéreo y terrestre al vecino país. Adis Abeba lanzó una ofensiva para contrarrestar lo que calificó como "infiltraciones" de los milicianos islámicos que se extiendan por el este de Etiopía, donde hay una fuerte presencia musulmana.
Más de mil combatientes islámicos han muerto en los últimos días por los ataques etíopes, que tienen como objetivo los "muyahidín" (combatientes musulmanes) y su viejo enemigo, Eritrea, que apoya a la UCI Mientras tanto, en Mogadiscio, el principal líder islámico del país, Sharif Sheikh Ahmed, amenazó con extender la lucha "a otras ciudades y otros países".