LD (EFE) En una sesión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad para debatir el aumento de la violencia en la República Democrática del Congo (RDC). Los miembros acordaron condenar "cualquier implicación de fuerzas de fuera del país" y pidieron a los gobiernos de Ruanda, Uganda y Burundi a trabajar conjuntamente autoridades de Kinshasa para reducir las tensiones y restaurar la confianza en la región, de acuerdo a la declaración de Buenos Vecinos que firmaron el 25 de septiembre de 2003.
La ONU pidió específicamente a Ruanda que desista de proveer "apoyo político y práctico a grupos armados" del Congo, en particular a las milicias disidentes del ejército congolés, lideradas por Laurent Nkunda y Jules Mutebusi.
El coronel Mutebusi y el general Nkunda capturaron la ciudad de Bukavu, capital de la provincia oriental congolesa de Kivu Sur, a principios de este mes alegando la necesidad de poner fin a las matanzas de la comunidad banyamulenge (tutsis congoleños de origen ruandés) a la que ambos pertenecen.