LD (EFE) Tras un recorrido de una semana por las tres regiones de Darfur, Louise Arbour, Alta Comisionada de la O UN para los Derechos Humanos, consideró, en un comunicado difundido en Ginebra, "que 1,4 millones de desplazados internos en Darfur están viviendo en una prisión sin paredes" y con "una fuerte sensación de inseguridad".
Un portavoz de la jurista canadiense afirmó que los desplazados no pueden pensar en retornar a sus hogares porque no confían en que el Gobierno de Sudán los protegerá. "En el mejor de los casos sienten que las autoridades responden de manera inadecuada a sus preocupaciones y, en el peor, sospechan de su complicidad con quienes cometen los abusos, incluidas las milicias conocidas como Yanyauid", comentó.
Arbour viajó la semana pasada a Sudán junto al experto de las Naciones Unidas para la Prevención del Genocidio, Juan Méndez, a quienes el secretario general de la ONU, Kofi Annan, envió al país africano para que recomienden medidas que podrían adoptarse para proteger de modo más efectivo a la población civil de Darfur.