LD (Agencias) El Ministerio de Defensa de España afirmó en un comunicado de prensa que ningún soldado español ha resultado herido en los violentos incidentes que se han registrado en la frontera entre Haití y República Dominicana. Allí, al menos un haitiano murió después de que una multitud enfurecida impidiera la repatriación de veinticinco cadáveres de inmigrantes ilegales que fallecieron al intentar ingresar al vecino país.
Sin embargo, la oficina de información de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití informó desde Puerto Príncipe de que los "cascos azules" españoles en territorio haitiano "se vieron obligados" a sofocar una violenta protesta en la frontera con República Dominicana.
El mando de la ONU dijo que no tiene conocimiento de que haya heridos entre los militares ni de que estos tengan responsabilidad alguna en la muerte de dos haitianos durante ese suceso. No obstante, la Minustah precisa que "está a la espera" de que el coronel Andrés Gacio, al mando de los españoles, le transmita un informe sobre lo ocurrido.
Por su parte, el mayor general Radhamés Ramírez Ferreiras, jefe de Inteligencia del Ejército dominicano, explicó que en los disturbios, registrados en la localidad de Ouanaminthe, se saldaron que dos muertos y otras siete personas se encuentran heridas, entre ellos tres soldados de la fuerza de paz de la ONU.
En declaraciones a la agencia de noticias EFE, el procurador adjunto dominicano, Frank Soto, dijo que las autoridades de su país intentaron entregar los cadáveres a los integrantes de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilidad de Haití (Minustah), pero se lo impidió la multitud. El vehículo que transportaba los féretros fue bloqueado y recibió disparos desde la localidad haitiana de Ouanaminthe, a seiscientos metros de la línea fronteriza. El cortejo tuvo que regresar a República Dominicana. Entonces, las autoridades de Santo Domingo ordenaron sepultar los cadáveres en avanzado estado de descomposición en una fosa común. Haití por su parte ordenó el cierre de la frontera mientras que las tropas extranjeras incrementaron la vigilancia en los consulados dominicanos de Ouanaminthe y Cabo Haitiano.
Ante esas informaciones, Defensa precisó en un comunicado que el haitiano murió por los disparos efectuados por un agente local de inmigración. Indicó además que los militares de la misión internacional, entre ellos los españoles, fueron hostigados y atacados con lanzamiento de piedras y que los actos de protesta fueron protagonizados por grupos de delincuentes que se dedican al tráfico de inmigrantes. Finalmente subrayó que la situación entre el contingente militar español es de "normalidad absoluta" y que prueba de ello es que las esposas de algunos de los soldados han cruzado la frontera para visitar a sus maridos.