LD (EFE) Un emocionado Pervez Musharraf ha traspasado el mando de las Fuerzas Armadas paquistaníes al general Ashfaq Kiyani, cumpliendo así su promesa de abandonar la jefatura militar antes de jurar este jueves un nuevo mandato de cinco años como presidente de Pakistán. "Después de llevar el uniforme durante 46 años, hoy digo adiós a este Ejército", afirmó.
Musharraf fue nombrado jefe de las Fuerzas Armadas en 1998 y un año más tarde, en octubre de 1999, dio el golpe militar incruento que depuso al entonces primer ministro, Nawaz Sharif, y le permitió hacerse con el poder ejecutivo. Este jueves, antes de ceder la jefatura a Kiyani, el presidente paquistaní se declaró "triste" de abandonar la "bonita familia" del Ejército al que ingresó cuando apenas contaba dieciocho años.
Vestido por última vez con su uniforme militar y luciendo más de una docena de medallas, Musharraf agradeció a todos los cuerpos militares su "lealtad" y se consideró "afortunado" por haber encabezado "uno de los mejores Ejércitos" del mundo. También aseguró que las Fuerzas Armadas se encuentran "en su mejor momento" y dijo estar convencido de que su sucesor, Kiyani, es un "excelente" militar que realizará una buena labor en su nuevo puesto.
El nuevo responsable militar de Pakistán había ocupado hasta septiembre el cargo de director general de los servicios secretos (ISI), y anteriormente sirvió como comandante en Rawalpindi y fue director general de operaciones militares del Ejército.