L D (EFE) "Sentí la explosión en mi coche. Eso es todo lo que sé, aparte de que era, indudablemente, un ataque terrorista y que evidentemente yo era el blanco", recalcó Musharraf en declaraciones difundidas por la televisión local, tras el atentado ocurrido anoche, que destruyó un puente en Rawalpindi sin causar víctimas.
El presidente explicó a la televisión paquistaní que, "cuando volvía a casa tras mi viaje a Sind (estado del sur de Pakistán cuya capital es Karachi) desde la base aérea de Chakala y tras pasar el puente de Amar Chowk, hubo una explosión treinta segundos o un minuto después de que lo cruzáramos". Musharraf regresaba a su residencia oficial de Rawalpindi, a unos 15 kilómetros de Islamabad, desde Karachi, tras una visita oficial en la que había asistido a la entrega de un nuevo submarino a la Armada paquistaní.
Antes de este hecho, las autoridades paquistaníes han reconocido otro intento de atentado contra la vida del gobernante, ocurrido en abril del 2002, cuando falló el detonador en un coche bomba colocado por un grupo de integristas islámicos al paso de Musharraf en Karachi. Ese mismo coche cargado de explosivos, según la Policía, fue el utilizado en junio de aquel año en el atentado contra el consulado de EEUU en Karachi, en el que murieron doce personas, todas ellas paquistaníes. De los acusados de aquellos atentados, tres fueron condenados a diez años de prisión por conspiración para asesinar a Musharraf. Dos de ellos están también condenados a muerte y el tercero a cadena perpetua por el atentado contra el consulado estadounidense.
El viernes, en la ceremonia de entrega a la Armada de un submarino "Agosta 90 B Saad", construido en Pakistán con cooperación francesa, Musharraf dijo: "no nos enfrenta ninguna amenaza exterior", sino que "el terrorismo interno y extremismo son las únicas amenazas que el país tiene y tenemos que combatirlas". Once ingenieros franceses que participaban en la construcción del submarino fueron asesinados en la puerta de su hotel en Karachi en mayo del 2002, en un atentado suicida con un coche bomba contra el autobús que ocupaban. Tres integristas islámicos fueron condenados a muerte en junio de este año por su participación en aquel atentado.