De la tragedia, ocurrida esta semana pero silenciada por cuba, se hacen eco este sábado diarios como El País o El Mundo. Según el diario de Pedro J., los fallecidos dormían en pabellones de ventanas rotas, sin mantas y mal alimentados.
La dictadura castrista reaccionó ante el escándalo con un comunicado, recogido por Efe, que promete que los responsables de este hecho "serán sometidos por los tribunales". En la nota, leída por la televisión estatal, se hacía referencia por primera vez a un hecho que habían ocultado los medios de la isla y del que no se ha hablado hasta que se ha comenzado a comentar en el extranjero tras la denuncia de una comisión opositora de derechos humanos.
El régimen de los Castro apunta, sin embargo, a otras causas ajenas a la gestión gubernamental: "Estos hechos están vinculados con las bajas temperaturas de carácter prolongado que se han presentado, de hasta 3,6 grados centígrados, en Boyeros, donde se ubica el hospital".
También justifica las muertes por "factores de riesgo propio de los pacientes con enfermedades psiquiátricas, el natural deterioro biológico debido al envejecimiento, infecciones respiratorias en un año donde esa enfermedad muestra un comportamiento epidémico y las complicaciones de afecciones crónicas presentes en muchos de ellos, fundamentalmente cardiovasculares y cáncer".
Mientras, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), mostró, en su denuncia, su "profunda preocupación ante el alto número de muertes evitables".
La comisión, en una nota que envió el portavoz, Elizardo Sánchez, recordó que "murieron por hipotermia, lo cual es un absoluto contrasentido en un país marcadamente tropical como Cuba", y agregó que es "el número más alto de muertes evitables en un hospital cubano en toda la historia republicana".
Sánchez declaró a Efe que es un caso de "negligencia criminal", al considerar que eran pacientes indefensos que fueron abandonados en una instalación con ventanas rotas y muy malas condiciones.