L D (Agencias) Fuentes médicas indicaron, por su parte, que muchos de los heridos presentan lesiones extremadamente graves y que existe un importante número de desaparecidos, por lo que no se descarta que la cifra de víctimas aumente en las próximas horas. Esta última cifra eleva por encima de un millar el número de víctimas de la catástrofe
La tragedia ocurrió en el puente que conduce a la mezquita de Musa Al-Kazen, tercer santuario más sagrado para los chiíta en Bagdad, al parecer tras correr el rumor de que había un terrorista suicida entre la turbamulta. Los peregrinos se empujaron hacia la valla metálica que protegía la caída del puente causando una grave estampida. Al ceder la estructura, cayeron al río Tigris y la mayoría se ahogaron sin que las autoridades pudieran reaccionar.
Poco antes de la tragedia, siete fieles murieron y cerca de 40 resultaron heridos en un ataque con morteros contra las filas de peregrinos que avanzaban por las atestadas calles del barrio de Kadimiya, en el norte de Bagdad. Según la Policía de la ciudad, tres proyectiles de mortero cayeron en las inmediaciones de la mezquita del Imán Musa al-Kadem, situada en el barrio de Kadamiya, el tercer templo chií más importante de Irak, tras los de Nayaf y Kerbala. Las víctimas de la estampida posterior se dirigían a este lugar. El templo ya sufrió otro atentado en marzo del año pasado, causando la muerte a más de setenta personas.
Poco antes de la tragedia, siete fieles murieron y cerca de 40 resultaron heridos en un ataque con morteros contra las filas de peregrinos que avanzaban por las atestadas calles del barrio de Kadimiya, en el norte de Bagdad. Según la Policía de la ciudad, tres proyectiles de mortero cayeron en las inmediaciones de la mezquita del Imán Musa al-Kadem, situada en el barrio de Kadamiya, el tercer templo chií más importante de Irak, tras los de Nayaf y Kerbala. Las víctimas de la estampida posterior se dirigían a este lugar. El templo ya sufrió otro atentado en marzo del año pasado, causando la muerte a más de setenta personas.
La zona fue inmediatamente acordonada por la Policía iraquí, que había reforzado desde el pasado martes sus medidas de seguridad ante la gran concentración de gente que acudía a la peregrinación, así como por el temor de sufrir algún atentado en este barrio, uno de los más poblados de la capital.
Esta es la catástrofe más grave ocurrida en Irak en la últimas décadas y la segunda estampida más cruenta durante una peregrinación habida en el mundo en los últimos treinta años. A media tarde, los ministros iraquíes de Defensa, Saadun Al Duleimi, y de Interior, Bayan Yabr, dijeron que antes de la estampida de hoy las fuerzas de seguridad evitaron "numerosos" intentos de atentado contra los peregrinos chiíes.
Según explicaron, en una rueda de prensa conjunta en la capital, miembros de los servicios de seguridad, en cooperación con las fuerzas multinacionales, mataron a varios terroristas que trataban de penetrar en el barrio de Al Kadimiya, donde se encuentra la mezquita del imam Musa Al Kadem. "Proteger a cerca de tres millones de personas (las que según los ministros se encontraban en el área) en un ambiente de terrorismo como el que existe en Irak no es fácil", explicó Yabr, que defendió la actuación de los departamentos de Defensa e Interior.
Esta declaración llegó minutos después que el titular de Sanidad, Abdel Mutaleb Ali, pidiese la dimisión de estos dos ministros, a los que responsabilizó de la tragedia. Entre los terroristas abatidos había extranjeros, uno de ellos de nacionalidad afgana que murió junto a un grupo de terroristas iraquíes en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad desplegadas en la zona, dijo Yabr, sin dar a conocer detalles. "Lo que ha pasado en el puente no tiene ninguna relación con los problemas étnicos del país, como han defendido algunos medios de comunicación", detalló Al Duleimi, que descartó la posibilidad de que la tragedia no fuese accidental.
Al Duleimi agregó que las fuerzas iraquíes han desarmado varios proyectiles y desactivado coches bomba que "grupos terroristas habían preparado para atacar a los peregrinos en Al Kadimiya".
Según explicaron, en una rueda de prensa conjunta en la capital, miembros de los servicios de seguridad, en cooperación con las fuerzas multinacionales, mataron a varios terroristas que trataban de penetrar en el barrio de Al Kadimiya, donde se encuentra la mezquita del imam Musa Al Kadem. "Proteger a cerca de tres millones de personas (las que según los ministros se encontraban en el área) en un ambiente de terrorismo como el que existe en Irak no es fácil", explicó Yabr, que defendió la actuación de los departamentos de Defensa e Interior.
Esta declaración llegó minutos después que el titular de Sanidad, Abdel Mutaleb Ali, pidiese la dimisión de estos dos ministros, a los que responsabilizó de la tragedia. Entre los terroristas abatidos había extranjeros, uno de ellos de nacionalidad afgana que murió junto a un grupo de terroristas iraquíes en un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad desplegadas en la zona, dijo Yabr, sin dar a conocer detalles. "Lo que ha pasado en el puente no tiene ninguna relación con los problemas étnicos del país, como han defendido algunos medios de comunicación", detalló Al Duleimi, que descartó la posibilidad de que la tragedia no fuese accidental.
Al Duleimi agregó que las fuerzas iraquíes han desarmado varios proyectiles y desactivado coches bomba que "grupos terroristas habían preparado para atacar a los peregrinos en Al Kadimiya".