Muere por disparos de soldados de EEUU un periodista de la agencia Reuters

LD (EFE) Mazen Dana, periodista palestino de 41 años y padre de cuatro niños, fue muerto por disparos de soldados estadounidense mientras filmaba en el exterior de la prisión Abu Ghraib, al oeste de Bagdad. La agencia ha confirmado a través de un comunicado que Mazen era uno de sus mejores cámaras, valiente y con un premio periodístico ganado. Dana trabajaba para la agencia inglesa desde hacía más de diez años, principalmente en Hebrón, sur de Cisjordania, de donde era originario.

El teniente coronel Ken McClellan, portavoz del Pentágono, ha admitido que aunque no se tienen mayores detalles sobre el suceso, lo más probable es que “se trate de un error de identificación. El militar señaló que el “incidente está en fase de investigación. En principio no fue evidente que se tratase de un periodista”. Por su parte, el portavoz del Estado Mayor Conjunto, el capitán de Marina Frank Thorp, declaró en Washington que sus soldados divisaron a un individuo que, creyeron, apuntaba hacia ellos con un lanzagranadas, y que resultó ser un cámara de Reuters . "No sé en qué circunstancias sucedió. Obviamente esta coalición (británico-estadounidense) no apunta a matar periodistas (...) Si le dispararon fue porque confundieron su identidad", afirmó. Sin embargo, el técnico de sonido Nael al-Shyoukhi que se encontraba con Dana en el momento de los disparos, declaró que los militares estadounidenses situados ante la prisión conocían sus identidades, ya que momentos antes le habían denegado a Shyoukhi el permiso para realizar una entrevista a un funcionario.

"Tras filmar, nos dirigimos al coche para irnos, cuando se acercó un convoy encabezado por un carro blindado, y Mazen volvió a salir del coche para grabar", añadió el técnico de sonido. "Se nos pudo reconocer y ver claramente", dijo Shyoukhi, "y momentos después Dana fue tiroteado desde uno de los carros blindados por un soldado". La edición en Internet de la BBC informa de que la última toma de Dana fue la de una imagen de un tanque de EEUU dirigiéndose hace él. Poco después, según los testigos, se escucharon dos disparos y el camarógrafo cayó al suelo con un impacto en el pecho. El reportero murió mientras era trasladado a un hospital.

La prisión Abu Gharib, a 25 kilómetros del centro de Bagdad, se ha vuelto el foco de indignación por la ocupación comandada por Estados Unidos, tras acusaciones de que muchos de los 500 reclusos viven en condiciones horrorosas. Seis iraquíes detenidos fueron asesinados y otros 59 resultaron heridos el sábado en un ataque de morteros contra la prisión, escena de sangrientos motines en junio, de acuerdo con el Ejército estadounidense. Según sus portavoces, unas 500 personas permanecen detenidas en esa cárcel.