L D (EFE) Lucas García, que gobernó Guatemala entre 1978 y 1982, estaba reclamado por la justicia española por los cargos de genocidio, terrorismo de Estado, torturas, múltiples secuestros y asesinatos cometidos en el centroamericano durante su mandato.
La Audiencia Nacional inició el proceso penal en contra del ex gobernante en respuesta a la demanda promovida por la líder indígena guatemalteca y Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, en diciembre de 1999.
El ex gobernante vivía desde hace más de 12 años en la ciudad costera venezolana de Puerto La Cruz, en el estado oriental de Anzoátegui, a unos 200 kilómetros de Caracas, en donde se refugió junto con su esposa, la venezolana Elsa Cirigliano. Padecía diabetes desde hace más de 25 años, una infección urinaria crónica, atrofia cerebral generalizada y enfermedad de Alzheimer desde 1991.
Formó parte de los represivos gobiernos militares, tras ganar la Presidencia en unas elecciones calificadas por sus opositores de fraudulentas en 1978. Fue derrocado en marzo de 1982, por medio de un golpe de Estado militar promovido por el general José Efraín Ríos Montt.
El 22 de junio de 2005, la justicia venezolana denegó una solicitud de la Audiencia Nacional española para que Venezuela lo extraditara a ese país, por considerar que España no presentó en el tiempo establecido la documentación adicional que le había sido requerida. Entre las acusaciones penales que pesaban sobre Lucas García, destaca el asalto a la embajada de España en Guatemala, el 31 de enero de 1980, el cual concluyó con un saldo de 36 muertos, entre ellos Vicente Menchú, padre de la Premio Nobel.
La justicia española determinó que durante la administración de Lucas García, "se entretejió un plan tendente a minimizar a la etnia maya, provocando desplazamientos forzados, haciendo de la violencia generada en la propia organización estatal instrumento apto a tales fines".
La Audiencia Nacional inició el proceso penal en contra del ex gobernante en respuesta a la demanda promovida por la líder indígena guatemalteca y Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, en diciembre de 1999.
El ex gobernante vivía desde hace más de 12 años en la ciudad costera venezolana de Puerto La Cruz, en el estado oriental de Anzoátegui, a unos 200 kilómetros de Caracas, en donde se refugió junto con su esposa, la venezolana Elsa Cirigliano. Padecía diabetes desde hace más de 25 años, una infección urinaria crónica, atrofia cerebral generalizada y enfermedad de Alzheimer desde 1991.
Formó parte de los represivos gobiernos militares, tras ganar la Presidencia en unas elecciones calificadas por sus opositores de fraudulentas en 1978. Fue derrocado en marzo de 1982, por medio de un golpe de Estado militar promovido por el general José Efraín Ríos Montt.
El 22 de junio de 2005, la justicia venezolana denegó una solicitud de la Audiencia Nacional española para que Venezuela lo extraditara a ese país, por considerar que España no presentó en el tiempo establecido la documentación adicional que le había sido requerida. Entre las acusaciones penales que pesaban sobre Lucas García, destaca el asalto a la embajada de España en Guatemala, el 31 de enero de 1980, el cual concluyó con un saldo de 36 muertos, entre ellos Vicente Menchú, padre de la Premio Nobel.
La justicia española determinó que durante la administración de Lucas García, "se entretejió un plan tendente a minimizar a la etnia maya, provocando desplazamientos forzados, haciendo de la violencia generada en la propia organización estatal instrumento apto a tales fines".