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Moratinos tacha de "acto inhumano" el uso de bombas racimo en el que su Gobierno gastó 3,18 millones

 

 
L. D- (R. Colomer) Las contradicciones del Gobierno de Rodríguez Zapatero en materia de Defensa no tienen fin. Después de expresar su "satisfacción" por el acuerdo internacional de Dublín contra la proliferación de las bombas racimo porque considera que su utilización resulta un "acto absolutamente inhumano", Europa Press ha informado de que en la pasada legislatura el Ejecutivo socialista gastó 3,18 millones de euros en la adquisición y mantenimiento de este tipo de armamento.
 
"Es una enorme satisfacción para el Gobierno porque consideramos un acto absolutamente inhumano la utilización de este tipo de armamento". En estos términos se pronunciaba el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en la comisión de Defensa del Congreso en relación con el acuerdo internacional contra el uso y almacenamiento de bombas racimo.
 
Las palabras de Moratinos encierran una grave contradicción e hipocresía pues quién diría que bajo el mismo Gobierno de Rodríguez Zapatero -en la pasada legislatura- se invirtieron 3,18 millones de euros en mantenimiento y adquisición de este tipo de armamento, según ha informado la agencia Europa Press que ha podido acceder a documentos oficiales.
 
Entre 2005 y 2008, el Ministerio de Defensa -según la nota de Europa Press- aprobó cuatro contratos de bombas racimo de tipo MAT-120 adjudicados en procesos sin publicidad a la empresa española Instalaza que iban destinados al Ejército de Tierra y de tipo BME-330 a la compañía Explosivos Alaveses que estaban reservados para el Ejército del Aire.
 
España es uno de los países productores de esta clase de armamento que se verá sensiblemente afectado por el nuevo acuerdo internacional que prohíbe su proliferación. Libertad Digital se ha puesto en contacto con una de las empresas productoras que ha preferido no realizar ningún comentario sobre este asunto.
 
El Gobierno de Rodríguez Zapatero no ha hecho tampoco ninguna declaración sobre las consecuencias económicas que puede acarrear a la industria de defensa de nuestro país la entrada en vigor de este tratado internacional.
 
Este miércoles trascendió a última hora el acuerdo entre los más de cien países que participan en las conversaciones de Dublín desde el pasado 19 de mayo para prohibir el uso y almacenamiento de las bombas racimo. España ha participado en las conversaciones y se espera que lo ratifique el próximo 2 de diciembre en Oslo.
 
Las potencias internacionales EEUU, Rusia, China, Israel, India o Pakistán, sin embargo, se han negado a poner su firma.
 
Aún se desconocen importantes detalles del acuerdo, cuyo texto se presentará mañana en la capital irlandesa, como los sistemas de control e inspección sobre el cumplimiento del nuevo régimen internacional en torno a este armamento. Uno de los puntos clave para que estos tratados sean realmente efectivos y no se repitan casos como el de Corea del Norte o Irán pese a la implantación del Tratado de no Proliferación Nucelar.

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