L D (Agencias) Para el titular de Exteriores, este elemento "podría generar una nueva dinámica de diálogo para superar el impasse actual" y recuerda que, "en el mismo párrafo" del documento "se reiteran los elementos centrales del acervo de Naciones Unidas, incluyendo el principio de autodeterminación que deberían conformar la solución definitiva del problema". Por eso, dice, la decisión del Ejecutivo no supone "desvío alguno" de los principios que ha mantenido España respecto al Sáhara Occidental.
Moratinos cree además que además de "ciudadanos y colectivos genuinamente concernidos por la causa del pueblo saharaui" también "se escuchan voces cuya motivación real quizá no sea tanto el presente y el futuro del Sáhara –de lo contrario no se entiende su silencio de años– como su ansia de descalificar a toda costa la labor de Gobierno español".
Para Moratinos, esta decisión es "un mensaje que subraya la importancia de iniciar una fase de diálogo sobre las cuestiones de fondo en la que cada parte tiene obviamente, el derecho de definir sus posiciones de partida". Además, señala que aunque España tiene "alguna responsabilidad política" respecto de este conflicto, no tiene "la llave de la fórmula final de solución" porque ésta "corresponde solamente a las partes".
Por último, aunque reconoce que "pocas cuestiones de política exterior suscitan tanto interés, y tanta polémica y pasión", como el problema del Sáhara Occidental, añade que el "ambiente crispado" de la vida política española "explica, aunque en absoluto justifica" que "se haya dejado tan poco tiempo para un análisis más sereno y ecuánime" de la actuación del Gobierno en este asunto.