L D (Europa Press) En la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Moratinos respondió a una pregunta del portavoz popular Gustavo de Arístegui afirmando que el 12 de octubre "pasará lo que tenga que pasar". Recordó que en las dos últimas fiestas nacionales de Francia y Alemania sus Embajadas optaron por realizar dos actos separados para invitar tanto a los disidentes como a las autoridades cubanas. "España habla con la disidencia y también con las autoridades y celebraremos la Fiesta Nacional en nuestra embajada en La Habana en base a los compromisos que tenemos adquiridos en la UE", concluyó Moratinos, sin dejar claro qué hará el Gobierno el próximo 12 de octubre.
Durante su intervención, De Arístegui pidió la dimisión del embajador español en La Habana, Carlos Alonso Zaldívar, a quien acusó de "seguir dando la espalda" a los líderes de la disidencia interna y de representar más a los intereses del Gobierno de Fidel Castro que a España. "Zaldívar ya tuvo el antecedente el año pasado de pronunciar un discurso tan tremendo que indignó a los disidentes (...) Pedimos la dimisión entonces y lo reiteramos ahora. Sólo hay buenas relaciones con el Gobierno cubano porque con los disidentes sólo hay tensión", afirmó De Arístegui.
Tanto Moratinos como el portavoz del PSOE en la Comisión, Rafael Estrella, exigieron a De Arístegui que retirara las "inaceptables" acusaciones contra Zaldívar. "Un embajador de España tiene que representar a España y así lo hace el nuestro, dialogando con la disidencia y teniendo buena relación con las autoridades", subrayó el ministro.
En este punto, el portavoz "popular" preguntó al ministro si ya ha dado instrucciones al embajador para que invite o no a los disidentes a la celebración de la Fiesta Nacional el 12 de octubre. "Lo que usted quiere es ganar tiempo porque si dice que los invita a lo mejor se produce alguna ausencia en la Cumbre", añadió.
Solana defiende la actuación de la embajada
El alto representante para la Política Exterior y la Seguridad Común de la Unión Europea (PESC), Javier Solana, quiso dejar claro que las embajadas "están para servir de representaciones internacionales ante el Gobierno" por lo que en el caso de Cuba sería "un poco absurdo" tenerlas y no relacionarse con el régimen del dictador Fidel Castro.
Ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, Solana manifestó que "para eso es mejor cerrar las Embajadas y retirar a los embajadores". En su opinión, si se cuenta con representación en La Habana es para tener relaciones con el Gobierno cubano. "Ya que tenemos representaciones allí, será para tener relaciones con el Gobierno, ya sea para criticar ya sea para cooperar o para lo que sea. Es como yo lo veo", agregó al ser preguntado al respecto por los eurodiputados españoles José Ignacio Salafranca (PPE) y Carlos Carnero (PSE).
Asimismo, Solana también espera que las autoridades cubanas "entren en razón" y asuman la posición de la Unión Europea. En todo caso, Solana quiso dejar claro que las Embajadas "están para servir de representaciones internacionales ante el Gobierno" cubano y que sería "un poco absurdo" tenerlas para no mantener relación con el Gobierno del país.
También se mostró confiado en que haya una solución "seria" para la ya llamada "guerra del canapé" entre Cuba y la UE, polémica que ha resurgido después de que la Embajada alemana en la Habana decidiera invitar a disidentes y responsables gubernamentales por separado el día de la Unidad Alemana.