LD (EFE) Los militares rebeldes cuya insurrección desató la actual crisis en Timor Oriental comenzaron a entregar las armas a las fuerzas australianas enviadas para pacificar el país, y en respuesta a un llamamiento del presidente Xanana Gusmao.
Los soldados rebeldes entregaron doce rifles M-16, cuatro pistolas y munición a los militares australianos, que las guardaron posteriormente en contenedores de acero. El mayor Alfredo Reinado, el líder de una parte de los seiscientos soldados destituidos del Ejército timorense en marzo -despido que desató una ola de violencia-, fue el primero en entregar su arma, un rifle M-16 con mira telescópica, y fue seguido por sus hombres, quienes se desarmaron tras saludarlo.
Reinado y otro soldado rebelde, Augusto de Araujo Tara, dirigen a ese grupo de militares despedidos que se hicieron fuertes en las montañas desde que a finales de abril protagonizaron una protesta por la discriminación que sufrían en el Ejército los militares oriundos de la parte oeste del país, los "loromono".