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Miles de personas siguen manifestándose en Egipto y Túnez

Las revueltas públicas vuelven tanto a Egipto como a Túnez para acelerar las reformas y que no se frene el proceso de cambio democrático.

En El Cairo, centenares de manifestantes volvieron a ocupar el sábado la céntrica plaza Tahrir después de que fueran expulsados anoche por la fuerza en unos disturbios con la policía militar que las autoridades prometieron no se iban a repetir.

Portando carteles y banderas, hasta media tarde eran cientos de personas las que se habían instalado en ese lugar, epicentro de las protestas públicas que forzaron el pasado 11 de febrero la renuncia del presidente Hosni Mubarak.

"Sentados hasta que caiga el régimen de verdad" y "Que se caiga, que se caiga el régimen" decían dos los carteles de los manifestantes, que se estaban concentrando en un círculo de césped que ocupa el centro de la plaza, según pudo comprobar Efe

Esa concentración forma parte de los intentos por acelerar las reformas tras la renuncia de Mubarak y cambiar el gobierno. Aunque el pasado martes hubo una remodelación gubernamental, la mayoría de los ministros proceden del régimen anterior.

Por eso el viernes decenas de miles de egipcios se juntaron en la plaza Tahrir para exigir esas demandas, y por la noche varios centenares pretendieron acampar allí, para continuar una ocupación que se mantuvo hasta días después de la renuncia de Mubarak.

Pero la policía militar desalojó a los manifestantes con materiales antidisturbios, una actualización que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto, que heredó el gobierno de Mubarak, calificó hoy como "roces no intencionados".

Enfrentamientos en Túnez

Por otra parte, grupos de jóvenes se enfrentan a fuerzas antidisturbios de la Policía tunecina en la avenida Habib Burghiba de la capital de Túnez, donde se encuentra la sede del ministerio del Interior, a la que tratan de acceder pese al fuerte dispositivo montado por las fuerzas de seguridad, según constató Efe.

Los enfrentamientos tienen lugar en al menos tres puntos de la avenida Burghiba, donde se encuentra la sede del ministerio del Interior, y son de gran intensidad, pues los manifestantes lanzan piedras a la policía, que responde con el empleo de abundante material antidisturbios.

Cerca del ministerio, entre la puerta de acceso a la medina y junto a la embajada de Francia, un grupo levantó una barricada, mientras que a unos 200 metros otro grupo prendía fuego al mobiliario urbano y algunos más lanzaban piedras a la policía, que respondía con cargas y abundantes botes de humo.

Además del impacto de los botes de humo se han oído explosiones y ráfagas de armas automáticas, mientras que un helicóptero de las fuerzas de seguridad sobrevuela la zona constantemente.

Por otro lado, vecinos del barrio del Bardo, en donde se encuentra el Parlamento tunecino, informaron a Efe de que grupos de jóvenes libran también allí enfrentamientos con la policía, que responde con cargas y el lanzamiento de botes de humo.

Tal es la fuerza renovada de los disturbiso, que el tránsito de personas y vehículos particulares por la avenida Burghiba ha quedado prohibido desde las 18.00, hora local (17.00 GMT) del sábado, y hasta la medianoche del domingo, informó el Ministerio tunecino del Interior en un comunicado citado por la agencia tunecina TAP.

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