LD (EFE) Varios miles de manifestantes continúan ocupando el palacio del Gobierno de Tailandia para intentar provocar la caída del primer ministro Samak Sundaravej y su Gabinete, que dio de plazo hasta este jueves para que desalojaran el recinto oficial. En la víspera, el mandatario ordenó a la Policía vaciar de manifestantes la sede gubernamental, pero fue incapaz de hacerlo mediante negociaciones con los cabecillas de la protesta, sobre quienes pesa una orden de detención.
Miles de seguidores de la opositora Alianza del Pueblo para la Democracia, la organización antigubernamental que convocó las protestas, desayunaban tranquilamente sobre el suelo tras haber pasado la noche en el recinto. A cierta distancia del palacio, varios cientos de policías de la brigada antidisturbios rondaban en torno a sus camiones.
Los manifestantes asaltaron la sede del Gobierno el pasado martes, después de que otros grupos de la alianza irrumpieran en los estudios del canal de la televisión estatal NBT, y ocuparan tres ministerios.
Las protestas callejeras contra el primer ministro Sundaravej comenzaron el pasado mayo cuando varios miles de seguidores de la alianza acamparon cerca del sede del Gobierno y convirtieron el lugar, situado a escasa distancia de la representación regional de Naciones Unidas, en una especie de verbena de acento folclórico.