LD (EFE) Miles de manifestantes que piden la dimisión del primer ministro, Samak Sundaravej, mantienen tomada la sede del Gobierno de Tailandia, en Bangkok, después de que durante la madrugada de este martes la Policía intentara disolverlos. La operación se saldó con seis heridos y en ella participaron unos quinientos policías y agentes antidisturbios. Los opositores pertenecen en su mayoría a la Alianza del Pueblo para la Democracia.
Tras la fallida operación policial, manifestantes de otras partes de Bangkok, que la víspera participaron en la toma o en el corte de los accesos al centro de la televisión estatal y tres ministerios (Finanzas, Agricultura y Transportes), se han trasladado al palacio del Gobierno para reforzar las filas.
El ministro tailandés del Interior, Kowit Watana, ha dado hasta las seis de la tarde de este martes, hora local, para que los manifestantes desalojen los edificios oficiales. El primer ministro Sundaravej ha dicho que no declarará el estado de excepción, pero que utilizará toda la fuerza a su disposición para restablecer la normalidad.
El dirigente, que ha prometido detener y juzgar a los "cinco o seis" cabecillas de la Alianza, dijo a la prensa extranjera en Bangkok que los manifestantes pretenden provocar un golpe de estado militar como el que el 19 de septiembre de 2006 depuso al entonces primer ministro, Thaksin Shinawatra.