LD (EFE) Durante su visita a la localidad de Asilá, en el norte marroquí, el ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, pidió que se amplíe el mandato del nuevo representante especial del secretario general de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, Álvaro de Soto, para que éste "pueda trabajar".
Moratinos, que viajó a Marruecos para participar en un seminario, aseguró que España "volvería a votar favor del `Plan Baker´" en el consejo de seguridad de Naciones Unidas, que se reunirá antes de final del mes de octubre, si la nueva resolución propuesta "comparte el espíritu" de la que se votó en abril, y en la que se definía el plan Baker como la mejor solución política para el conflicto.
El funcionario dijo que España "no tiene ningún problema con el `Plan Baker´" y añadió que la resolución , aprobada en abril "contó con el apoyo de todas las partes implicadas, incluido Marruecos".
Ha poco más de un mes, durante oficial por Argelia, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero mencionó que conflicto del Sahara Occidental debe solucionarse por medio de un acuerdo entre “todas las partes” que respete el papel “predominante, principal y decisivo de la ONU”. Cuando se le pidió que identificara a las “partes”, el presidente del Gobierno no mencionó a EEUU y sí al pueblo saharaui, a Marruecos, a España, a Francia y, “en la medida en que esté dispuesta”, a Argelia.