Para el presidente del país, "decidieron sacarlo del país para evitar un derramamiento de sangre. Por eso decidieron llevarlo a Costa Rica. (En Honduras) No habría una prisión segura para él". Además, recalcó que él no tuvo responsabilidad por esa acción, reiteró que ocupa la presidencia "obedeciendo a la Constitución" y que dejará el cargo el 27 de enero, después de ceder los poderes a quien salga elegido en las urnas. "Yo no soy responsable de esa decisión. Sólo fui informado del procedimiento por la tarde, pero me contaron que lo hicieron por temor a que se desatase un conflicto", aseguró al revista brasileña Veja.
Micheletti también aprovechó para criticar a Zelaya, de quien dijo que es un "muñeco" del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien "le insufló ideas de grandeza y también le dio dinero". A Chávez lo acusó de ser "ególatra y megalómano" y de tener ilusiones de construir un imperio personalista, para lo que "ha invertido el dinero del pueblo venezolano en todos lugares, para comprar apoyo y consciencias".
Además, dijo que "se rodeó de comunistas de taberna, gente que no hace más que hablar y hablar. Le fueron convenciendo de que de esa forma (convocando una consulta popular) conseguiría perpetuarse en el poder", indicó Micheletti en referencia al presidente de Venezuela. "Eso nos motivó a defender nuestro país del comunismo versión siglo XXI inventado por un loco de América del Sur", apostilló.
También criticó al jefe de Estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, por permitir que "Zelaya convocase a la insurrección y a la violencia desde el balcón de su embajada". Además, negó que el Ejército hondureño haya lanzado gases dentro de la legación diplomática brasileña para forzar la salida del gobernante depuesto. "Esa es una acusación patética, un teatro más de Zelaya. Mandamos peritos y médicos allá y no hubo nada", señaló Micheletti.