LD (EFE) Las primeras palabras del presidente Carlos Mesa desde la tribuna del Congreso boliviano, después de que los legisladores le ratificaran en el cargo tras rechazar su dimisión, han sido para pedir a los bolivianos que salgan a la calle a manifestarse contra los bloqueos de carreteras en el país.
En su discurso a la nación tras la firma de un acuerdo con los grupos legislativos, Mesa justificó su dimisión al indicar que "lo hice porque creía en mi fuero más íntimo que el país estaba llegando a un punto básicamente muerto". Opinó que la nación había entrado "en una espiral de intolerancia", en la que los sectores radicales "creían que la única forma de lograr sus objetivos era por la vía de la violencia, de la presión, de bloquear al país".
Por eso, el presidente Mesa decidió, al plantear su abandono del poder, "detener al país un momento y obligarlo a reflexionar", ya que "así era imposible lograr nuestros objetivos esenciales". Enseguida, resaltó el pacto logrado con el Congreso, con el que hoy se estableció una agenda de trabajo, después de varias horas de reunión y mucha incertidumbre.
El mandatario mencionó de forma especial al dirigente de los productores de coca Evo Morales, cuyo partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), no firmó el pacto entre Ejecutivo y Legislativo, se mostró contrario a la presentación de la dimisión y se ausentó del hemiciclo cuando apareció el mandatario. Asimismo, pidió a los ciudadanos que el jueves salgan a las calles "para expresar nuestra posición militante y radical en contra de los bloqueos. No estoy pidiendo una marcha ni una concentración para respaldar al presidente Carlos Mesa, estoy pidiendo una concentración en sus ciudades para decirle no a los bloqueos, no al bloqueo a Bolivia. Queremos un país de libre tránsito, de libre creación económica, de libre decisión democrática".
Acuerdo legislativo
El pacto entre partidos contempla la rápida aprobación de una Ley de Hidrocarburos que respete el resultado del referéndum celebrado en julio pasado, considerado ambiguo y confuso en su planteamiento por los bolivianos en general e incluso por los propios analistas. Esa ley, según el texto del acuerdo, debe además garantizar el máximo beneficio a favor del Estado boliviano, del mercado interno, la industrialización y los compromisos presentes y futuros, preservando las inversiones y la soberanía nacional. Asimismo, se comprometieron a impulsar la elección directa de los prefectos (gobernadores), un referéndum de autonomía y la convocatoria de una Asamblea Constituyente.
El gobernante y las fuerzas políticas también acordaron promover la producción, el empleo y la inclusión social; así como exhortar a la suspensión de las medidas de presión y bloqueos que se llevan a cabo frecuentemente en el país, promoviendo la paz y la democracia.