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Merkel se reúne con Erdogan tras abogar por que la Constitución de la UE incluya referencias al cristianismo

La canciller alemana Angela Merkel recibe en Berlín con el primer ministro turco, Angela Merkel, unas horas después de pedir que se vuelva a abrir el debate sobre la necesidad de incluir en la futura Constitución de la Unión Europea una referencia a las raíces cristianas de Europa. El actual Gobierno alemán, que no es partidario del ingreso de Turquía a la UE, aceptó abrir las negociaciones de adhesión sin condicionar el resultado. Otro tema de conversión entre los líderes será la integración de los inmigrantes turcos en territorio alemán.

LD (EFE) Horas después de participar en unas jornadas católicas en la ciudad de Saarbrucken, donde defendió que para "entender y comunicarse con otras religiones y culturas" los europeos necesitan "conocer sus propias raíces y ser conscientes de ellas", la canciller Angela Merkel recibirá en Berlín al primer ministro turco Recep Tayip Erdogan.
 
Merkel, que se pronunció porque la futura Constitución de la UE incluya referencias a las raíces cristianas de Europa, aceptó que su Gobierno abriera negociaciones para la adhesión de Turquía aunque sin prejuzgar el resultado. Esta es la primera reunión de los dos dirigentes desde la llegada al poder de los democristianos en Alemania.
 
Desde hace un año, el tratado del borrador constitucional se encuentra en suspenso desde hace un año cuando Francia y los Países Bajos lo rechazaron en un referéndum. El Gobierno alemán asumirá la presidencia de turno de la UE el primero de enero de 2007 y ya ha empezado a barajar distintas opciones para volver a ponerlo sobre la mesa, como eliminar el nombre "Constitución" o dar rango constitucional sólo a las partes I y II del actual texto, pero no a la parte III que recoge todas las políticas comunitarias.
 
Hasta ahora, Alemania no había vuelto a sugerir reabrir la discusión sobre la necesidad o no de mencionar las raíces cristianas de Europa en el texto, una cuestión que motivó encendidos enfrentamientos durante la fase de redacción de la Constitución entre 2002 y 2004 –y con Turquía como candidato a la UE– pero que había quedado zanjado.
 
En aquella época el socialdemócrata Gerhard Schroeder gobernaba en Berlín, y Alemania y Francia –constitucionalmente laica– se enfrentaron a Polonia, Italia y España que defendían incluir una referencia a las raíces cristianas de Europa. La posición española cambió con la llegada del PSOE al poder. Finalmente, el tratado fue aprobado por varios países europeos sin menciones al cristianismo más allá de una referencia a la "herencia cultural, religiosa y humanista" del continente en el preámbulo.

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