L D (Agencias) Siete encuestadores consultados coinciden en que la pelea por la segunda vuelta está centrada en tres candidatos. Este panorama surge de la consulta que hizo el diario Clarín a siete especialistas en estudios de opinión pública. Todos ellos coinciden en que se trata de una pelea aún abierta, en la que siguen en pie dos de los tres candidatos del Partido Justicialista, en puestos destacados desde el arranque de la campaña, y el ex ministro de origen radical, que concentraría el voto no peronista y registra una escalada sostenida desde hace unos diez días. Más relegados aparecen Adolfo Rodríguez Saá y Elisa Carrió.
Los argentinos, sin nuevas alternativas
Poco después de un año de reclamar una renovación total de la política, al grito de "que se vayan todos", los argentinos deberán elegir al nuevo presidente entre dos ex mandatarios, un gobernador, un ex ministro y una diputada, todos salidos de los dos partidos más tradicionales del país. La magnitud del descontento social generalizado que explotó con la crisis sin precedentes a finales de 2001 y forzó la renuncia del entonces presidente, Fernando de la Rúa, no fue suficiente para generar nuevos nombres de peso en la clase dirigente argentina.
Los principales candidatos presidenciales que competirán en los comicios del próximo domingo ocuparon, en todos los casos, cargos políticos de relieve durante los últimos gobiernos que provocaron o no supieron detener el proceso de deterioro económico e institucional de Argentina. Esta es la principal causa por la que aún es muy alto el nivel de indecisos y del llamado "voto bronca": casi un 20 por ciento de los 24,8 millones de argentinos habilitados para votar asegura que no concurrirán a las urnas, votará en blanco o impugnará su voto como un mensaje de rechazo a la oferta electoral.
Menem, Rodríguez Saá y Kichner, candidatos peronistas
De los que ya decidieron su voto, entre el 20 y el 25 por ciento, según las encuestas, dice que su apoyo será para el ex presidente Carlos Menem, que gobernó Argentina entre 1989 y 1999 y promete desarrollar una "presidencia histórica" de acceder por tercera vez al gobierno. Menem llega a los comicios tras una dura disputa con el presidente Eduardo Duhalde por el control interno del gobernante Partido Justicialista (PJ, peronista). Esa lucha de poder terminó con la cancelación de las primarias partidarias y la habilitación de los tres principales candidatos peronistas para presentarse en los comicios del domingo en forma separada.Así, el candidato que cuenta con el respaldo de Duhalde, Néstor Kirchner, gobernador de la provincia de Santa Cruz (sur del país), competirá en representación del Frente para la Victoria. Kirchner, que secunda a Menem en las intenciones de voto, creció dentro del peronismo gracias a un discurso renovador y progresista que, en un principio, utilizó para diferenciarse del ex presidente y de Duhalde, los dos principales caudillos del PJ.
Con una fuerte penetración entre las clases populares, el también peronista Adolfo Rodríguez Saá tiene como carta de presentación una administración ordenada durante 18 años de la provincia de San Luis (centro del país). Rodríguez Saá fue presidente de Argentina durante una semana a finales de 2001, tras la renuncia de De la Rúa, pero abandonó el gobierno por la falta de apoyo del resto de los gobernadores peronistas y sus contrincantes le acusan de no haber tenido las agallas suficientes para conducir al país en un tiempo tormentoso. Además, Rodríguez Saá es recordado con cierto resquemor por haber declarado durante su breve presidencia la cesación de pagos de la deuda con los organismos internacionales, lo que para muchos "dejó a Argentina fuera del mundo".
López Murphy, un viejo conocido
A los tres aspirantes peronistas les pisa los talones o incluso los aventaja el líder del Movimiento Federal Recrear, Ricardo López Murphy, un economista ortodoxo que en su campaña se muestra como la "alternativa seria y confiable" frente a la propuesta fragmentada del PJ. López Murphy militó durante años en la filas de la Unión Cívica Radical (UCR) y fue ministro de Defensa y de Economía durante el gobierno De la Rúa. El único economista entre los candidatos con posibilidades de ganar los comicios presidenciales tiene buena llegada a los sectores altos y medios de centroderecha de las grandes ciudades. La lista de los favoritos se completa con la diputada Elisa Carrió, otra ex radical que hace dos años fundó su propio movimiento, Alternativa para una República de Iguales (ARI), una coalición de centroizquierda ahora re-bautizado como Afirmación por una República Igualitaria.
La UCR, que perdió el apoyo popular tras el fracaso del gobierno de De la Rúa, estará representado en la elección por el diputado Leopoldo Moreau, que cuenta con un apoyo mínimo. La oferta política se completa con las propuestas de otros trece candidatos, incluido varios de provenientes de la izquierda, que no supieron capitalizar el descontento popular y elaborar un propuesta única al no poder resolver las diferencias que mantienen sus distintas corrientes.
Los argentinos, sin nuevas alternativas
Poco después de un año de reclamar una renovación total de la política, al grito de "que se vayan todos", los argentinos deberán elegir al nuevo presidente entre dos ex mandatarios, un gobernador, un ex ministro y una diputada, todos salidos de los dos partidos más tradicionales del país. La magnitud del descontento social generalizado que explotó con la crisis sin precedentes a finales de 2001 y forzó la renuncia del entonces presidente, Fernando de la Rúa, no fue suficiente para generar nuevos nombres de peso en la clase dirigente argentina.
Los principales candidatos presidenciales que competirán en los comicios del próximo domingo ocuparon, en todos los casos, cargos políticos de relieve durante los últimos gobiernos que provocaron o no supieron detener el proceso de deterioro económico e institucional de Argentina. Esta es la principal causa por la que aún es muy alto el nivel de indecisos y del llamado "voto bronca": casi un 20 por ciento de los 24,8 millones de argentinos habilitados para votar asegura que no concurrirán a las urnas, votará en blanco o impugnará su voto como un mensaje de rechazo a la oferta electoral.
Menem, Rodríguez Saá y Kichner, candidatos peronistas
De los que ya decidieron su voto, entre el 20 y el 25 por ciento, según las encuestas, dice que su apoyo será para el ex presidente Carlos Menem, que gobernó Argentina entre 1989 y 1999 y promete desarrollar una "presidencia histórica" de acceder por tercera vez al gobierno. Menem llega a los comicios tras una dura disputa con el presidente Eduardo Duhalde por el control interno del gobernante Partido Justicialista (PJ, peronista). Esa lucha de poder terminó con la cancelación de las primarias partidarias y la habilitación de los tres principales candidatos peronistas para presentarse en los comicios del domingo en forma separada.Así, el candidato que cuenta con el respaldo de Duhalde, Néstor Kirchner, gobernador de la provincia de Santa Cruz (sur del país), competirá en representación del Frente para la Victoria. Kirchner, que secunda a Menem en las intenciones de voto, creció dentro del peronismo gracias a un discurso renovador y progresista que, en un principio, utilizó para diferenciarse del ex presidente y de Duhalde, los dos principales caudillos del PJ.
Con una fuerte penetración entre las clases populares, el también peronista Adolfo Rodríguez Saá tiene como carta de presentación una administración ordenada durante 18 años de la provincia de San Luis (centro del país). Rodríguez Saá fue presidente de Argentina durante una semana a finales de 2001, tras la renuncia de De la Rúa, pero abandonó el gobierno por la falta de apoyo del resto de los gobernadores peronistas y sus contrincantes le acusan de no haber tenido las agallas suficientes para conducir al país en un tiempo tormentoso. Además, Rodríguez Saá es recordado con cierto resquemor por haber declarado durante su breve presidencia la cesación de pagos de la deuda con los organismos internacionales, lo que para muchos "dejó a Argentina fuera del mundo".
López Murphy, un viejo conocido
A los tres aspirantes peronistas les pisa los talones o incluso los aventaja el líder del Movimiento Federal Recrear, Ricardo López Murphy, un economista ortodoxo que en su campaña se muestra como la "alternativa seria y confiable" frente a la propuesta fragmentada del PJ. López Murphy militó durante años en la filas de la Unión Cívica Radical (UCR) y fue ministro de Defensa y de Economía durante el gobierno De la Rúa. El único economista entre los candidatos con posibilidades de ganar los comicios presidenciales tiene buena llegada a los sectores altos y medios de centroderecha de las grandes ciudades. La lista de los favoritos se completa con la diputada Elisa Carrió, otra ex radical que hace dos años fundó su propio movimiento, Alternativa para una República de Iguales (ARI), una coalición de centroizquierda ahora re-bautizado como Afirmación por una República Igualitaria.
La UCR, que perdió el apoyo popular tras el fracaso del gobierno de De la Rúa, estará representado en la elección por el diputado Leopoldo Moreau, que cuenta con un apoyo mínimo. La oferta política se completa con las propuestas de otros trece candidatos, incluido varios de provenientes de la izquierda, que no supieron capitalizar el descontento popular y elaborar un propuesta única al no poder resolver las diferencias que mantienen sus distintas corrientes.