LD (EFE) Tras el llamamiento a la calma que hicieron la madrugada de este domingo el presidente de la ANP, Abú Mazen, y el primer ministro Ismail Haniye, los terroristas redujeron sus choques después de 72 horas de violencia, en las que murieron veinticuatro personas y alrededor de sesenta resultaron heridas.
No obstante, fuentes de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), informaron de otros ocho heridos en nuevos enfrentamientos entre los dos bandos al entrar en el cuarto día consecutivo la nueva ola de violencia en Gaza.
Uno de los enfrentamientos se registró junto al cuartel de la seguridad Preventiva, en el sur de la ciudad. Terroristas de Hamas también atacaron la casa Salim Shej Jalil, guardaespaldas del "hombre fuerte" de Al-Fatah, el coronel Mohamed Dahlán, y causando daños materiales.
Una de las principales consecuencias de la violencia ha sido la cancelación por tiempo indefinido del un diálogo entre las facciones para concertar la creación de un gobierno de unidad nacional entre los terroristas, en el Gobierno, y Al-Fatah en la oposición. Un portavoz de Al-Fatah, Taufik Abú Jusa, afirmó que su movimiento está dispuesto a reanudar ese diálogo y acusó a los islamistas, que lo abandonaron, de "sembrar problemas". Por su parte Hamas cesó las negociaciones acusando a milicianos de Al Fatah de "golpistas" y de "perpetrar masacres".