L D (EFE) Los casi 70.000 colombianos de Cútula y venezolanos de San Antonio se congregaron en los alrededores del puente Simón Bolívar bajo un calor sofocante, y pudieron presenciar lo que fue calificado un concierto "histórico", como lo denominó Bosé. Todos los artistas, según Bosé, se reunieron allí como "cancilleres de la paz", como se hicieron llamar, y cantaron el "¡Ojalá que llueva café!" de Guerra y el "Corazón partío" de Sanz.
El concierto, organizado por Juanes, se trató de un símbolo de unión tras la crisis diplomática entre Colombia, Ecuador y Venezuela sucedida a raíz de la operación militar colombiana en territorio ecuatoriano, en la que resultó muerto el jefe de las FARC apodado "Raúl Reyes". Juanes afirmó al final del concierto que él mismo cerró con su actuación "el derecho a vivir en paz" en lo que considera "el comienzo de una nueva era, aquí no hay diferencias políticas, ni raciales, ni de religión".
El cantante colombiano agradeció que otros cantantes se solidarizasen con su iniciativa pese a no poder acudir a ella, tales como Shakira, Andrés Calamaro o Paulina Rubio, y a los presidentes Uribe, Correa y Chávez por que todos han "hecho lo posible".
A propósito de éste último, el cantante madrileño señaló que "el mensaje es claro: no queremos guerra" antes de que una persona vestida de rojo consiguiera arrebatarle el micrófono para hacer arengas a favor del presidente Chávez, antes de ser retirado por los organizadores y la policía.