LD (EFE) Ningún grupo se ha atribuido la explosión, que destruyó nueve tiendas del mercado y causó graves daños materiales. Ahmadi, portavoz del Gobierno, afirmó que el supuesto objetivo parecía ser la población, ya que en el lugar de los hechos no había puestos de control del Ejército ni de las fuerzas internacionales que intentan garantizar la seguridad en el país. La semana pasada, dos soldados de la coalición militar liderada por EEUU en Afganistán resultaron heridos de gravedad en un ataque suicida en Kandahar, que dejó su vehículo completamente destruido. Asimismo, el pasado día 22 de julio dos soldados canadienses y seis civiles afganos murieron en otras dos acciones suicidas en la misma provincia.
De confirmarse que la explosión de este jueves fue consecuencia de un atentado suicida, sería uno de los más graves de los últimos años en el país, en cuya zona sur asumió recientemente la tarea de erradicar la violencia la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), con mandato de la Alianza Atlántica. La violencia se ha incrementado en el sur de Afganistán desde el lanzamiento, el pasado mayo, de una operación que llevan a cabo la coalición militar liderada por EEUU y el Ejército Nacional Afgano y que tiene como objetivo ampliar el dominio de Kabul a esa región y facilitar la gobernabilidad y reconstrucción de la zona.
Según fuentes militares, más de ochocientos terroristas talibanes han muerto desde el comienzo de la ofensiva en cuatro provincias del sur: Kandahar, Zabul, Uruzgan y Helmand, que forman la región más violenta del país.
De confirmarse que la explosión de este jueves fue consecuencia de un atentado suicida, sería uno de los más graves de los últimos años en el país, en cuya zona sur asumió recientemente la tarea de erradicar la violencia la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), con mandato de la Alianza Atlántica. La violencia se ha incrementado en el sur de Afganistán desde el lanzamiento, el pasado mayo, de una operación que llevan a cabo la coalición militar liderada por EEUU y el Ejército Nacional Afgano y que tiene como objetivo ampliar el dominio de Kabul a esa región y facilitar la gobernabilidad y reconstrucción de la zona.
Según fuentes militares, más de ochocientos terroristas talibanes han muerto desde el comienzo de la ofensiva en cuatro provincias del sur: Kandahar, Zabul, Uruzgan y Helmand, que forman la región más violenta del país.