Varias personas resultaron heridas en enfrentamientos entre policías y manifestantes en Argel, donde miles de personas participan en una protesta para reclamar cambios al régimen de Abdelaziz Buteflika.
Las protestas convocadas en la capital por varios partidos de oposición y organizaciones de la sociedad civiles se han extendido a otras localidades del país, como Bejaia, Constantina, Anaba y Orán, la segunda ciudad argelina, donde también se produjeron varios heridos y decenas de detenciones. Así lo informaron fuentes de la Coordinadora Nacional por la Democracia y el Cambio (CNDC), convocante de las manifestaciones.
En la concentración de la capital, la policía cargó contra las cerca de 3.000 personas reunidas en las inmediaciones de la plaza del Primero de Mayo, después de que los manifestantes rompieran el cordón de seguridad e intentaran avanzar hasta el lugar del comienzo de la marcha.
La policía empleó porras para perseguir a los manifestantes y éstos respondieron con el lanzamiento de piedras. Se produjeron intercambios de golpes y, tras unos momentos de extrema tensión, los agentes lograron que los manifestantes volvieran a las calles adyacentes, donde ahora permanecen concentrados.
Según la opositora Reagrupación Constitucional Democrática (RCD), estos enfrentamientos se saldaron con varios heridos, como Efe pudo constatar.
Entre los manifestantes, hay al menos una quincena de mujeres de la Asociación de Madres de Desaparecidos en Argelia durante la década de los años 90, con las fotos de sus hijos, que aprovecharon la concentración para reclamar al Gobierno información sobre sus familiares, de los que no tienen noticias desde hace más de diez años.
Con gritos de "Buteflika lárgate" o "Estamos hartos de este poder", los manifestantes, muchos de ellos jóvenes de toda condición social, portan pancartas con lemas como "abajo el sistema" o "queremos un país gestionado por los jóvenes y no por los viejos".
La concentración ha levantado una gran expectación en el país, especialmente tras la caída ayer del presidente egipcio, Hosni Mubarak.
Extenso despliegue policial
Cerca de 30.000 policías se han movilizado, muchos de ellos trasladados desde otras regiones del país en autobuses civiles, para controlar la situación en Argel. Con centenares de furgones y tanquetas antidisturbios desplegadosl ante la manifestación en demanda de cambios en el régimen argelino. Al principio, las fuerzas policiales impedían que los manifestantes accedan al punto del inicio de la marcha en la plaza del Primero de Mayo.
Algunos medios argelinos aseguraron que a las fuerzas policiales se les ha prohibido utilizar fuego real , aunque han recibido instrucciones precisas para evitar cualquier disturbio.
Decenas de personas fueron detenidas cuando participaban en las protestas, entre los que figuran varios dirigentes de la Coordinadora Nacional por la Democracia y el Cambio (CNDC), la convocante de la manifestación, así como activistas de los derechos humanos, sindicalistas y periodistas, agregaron las fuentes.
Los manifestantes fueron conducidos a una calle adyacente a la plaza por los numerosos agentes antidisturbios, en medio de un dispositivo policial que cuenta con tanquetas, furgones, camiones con cañones de agua y bajo la mirada de policías que portaban fusiles ametralladores.
Con cánticos como "Buteflika lárgate" o "Estamos hartos de este poder", los manifestantes, muchos de ellos jóvenes de toda condición social, portaban pancartas con lemas como "abajo el sistema" o "queremos un país gestionado por los jóvenes y no por los viejos". Muchos manifestantes son militantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Entre los manifestantes había y hay muchos policías uniformados y de civil que, en pequeños grupos, tratan de dispersar a los concentrados. Los manifestantes hablan de "saboteadores", porque hay"jóvenes pagados por el poder con la intención de crear incidentes violentos" que permitan justificar la intervención policial.
La manifestación del 22 de enero fue impedida por la policía
El pasado 22 de enero se organizó otra manifestación en Argel por parte del partido opositor de la Reagrupación Constitucional Democrática (RCD), cuyo desarrollo fue impedido por la Policía.
Sus dirigentes denunciaron entonces que se había impedido el acceso a la capital de cientos de manifestantes procedentes de la Cabilia y otras regiones.
La manifestación de hoy, a la que se han sumado varias organizaciones de la sociedad civil como la Liga Argelina de Defensa de los Derechos Humanos (LADDH), ha levantado una gran expectación en el país, especialmente tras la caída del presidente egipcio Hosni Mubarak.
El presidente de la LADDH, Mustafá Buchachi, denunció hoy que las autoridades argelinas "que lamentaron la violencia en los últimos disturbios de enero han movilizado a todos los policías del país para impedir una marcha pacífica".
"Es aberrante, con esta reacción el régimen demuestra que no se quiere abrir y que rechaza la democratización de la sociedad", dijo Buchachi y lanzó un llamamiento a los jóvenes a "manifestarse pacíficamente y no responder a las provocaciones".
Por su parte, el portavoz del RCD, Mohcen Belabes, dijo a EFE que en los controles de acceso a la capital "se ha impedido a mucha gente entrar en Argel", especialmente a vehículos procedentes de la región de la Cabilia.
"El poder ha puesto en marcha su dispositivo represivo para disuadirnos pero vamos a manifestarnos sean cuales sean las circunstancias", afirmó.
Mientras, el rey de Bahrein, Hamad bin Isa al Jalifa, anunció ayer que dará 1.000 dinares (unos 1.960 euros) a cada familia, en un último intento de frenar el descontento social en su país antes de las manifestaciones previstas para la próxima semana. La población del país ronda los 700.000 habitantes.