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Jiménez fracasa y Rabat expulsa del Sahara a la periodista de 'El Mundo'

Desde hace días llevaba Rabat amenazando a la periodista de El Mundo Ana Romero para que abandonara el Sahara. Finalmente ha conseguido expulsarla. Las autoridades marroquíes alegan que representa una "amenaza grave para el orden público". Su expulsión coincide con el asalto a un colegio.

Ana Romero era uno de los dos periodistas (el otro es un redactor de El País) a los que Marruecos había permitido la entrada en El Aaiún días después del asalto al campamento de Gdeim Izik.

Tras recibir serias amenazas que hicieron a la periodista temer por su vida, finalmente las autoridades marroquíes han conseguido su objetivo: expulsarla del Sahara. Según informa elmundo.es, el Gobierno de Rabat ha dejado leer a la periodista un documento donde se alega que su estancia en la zona representa una "amenaza grave para el orden público" y que la expulsan para "salvaguardar" su seguridad.

Recuerda el periódico que el permiso de entrada y la autorización para llevar a cabo la labor informativa no tenía en principio restricciones. Sin embargo sólo cuatro días después de su llegada se informó a los periodistas que su tiempo de trabajo en la capital saharaui había terminado.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha informado a Europa Press que desplegó gestiones consulares y a través de la Embajada en Rabat para resolver la situación de la enviada especial de El Mundo a El Aaiún. Las gestiones se encaminaron a defender "la libertad de expresión y de prensa", precisó la portavoz sin entrar en más detalles. A la vista del resultado, los trabajos del departamento dirigido por Trinidad Jiménez han sido un fracaso.

Marruecos prohíbe la entrada a todos los periodistas

Por su parte, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha asegurado este lunes que desde el pasado día 22 ha entrado en vigor una orden dictada por el ministerio marroquí del Interior, que prohíbe la entrada al país a todo periodista español que no resida en él sean cuales sean los motivos del viaje.

La orden, que no ha sido anunciada oficialmente por Rabat, impide el acceso a todo periodista español con independencia de si su interés es personal o profesional. El periodista vallisoletano Guillermo Sanz que viajó al país de vacaciones ha sido deportado este lunes después de pasar una noche en el aeropuerto de Marrakech, a donde llegó acompañado de su novia y un grupo de amigos, según informa en un comunicado la FAPE.

Además, varios periodistas ceutíes intentaron cruzar la frontera marroquí la semana pasada para recoger a familiares y amigos en el aeropuerto de Tánger impidiéndoseles asimismo la entrada por figurar registrados como periodistas, agrega la nota.

A su vez, las periodistas extremeñas Tania Agúndez y Ana Bornay han permanecido un día retenidas en el aeropuerto marroquí de Marrakech por las autoridades del país tras comprobar su profesión, una estancia que inicialmente era turística y que concluyó el pasado sábado, día 27, ha informado a EFE la propia Agúndez, quien ha señalado que el pasado viernes día 26, llegaron a la ciudad marroquí con el fin de visitar la zona durante cuatro días pero que, al cumplimentar con sus datos personales un documento, las autoridades las retuvieron en el aeródromo citado hasta el día siguiente, cuando salía un vuelo de vuelta hacia España.

Ha agregado que, al comprobar su condición de periodistas, y a pesar de que era fácilmente comprobable que su estancia era turística porque tenían contratado un vuelo de vuelta para cuatro días después y la pernocta en una casa típica de la misma ciudad, las autoridades les retuvieron con la afirmación de que era "lo mejor" para ellas, dada la situación del país.

Acerca del trato, ha explicado que "no ha sido malo" ya que les dieron de comer y no fueron registradas, aunque no les facilitaron información, se les requisaron los pasaportes y se las mantuvo en una sala cerrada con llave.

En su comunicado, la FAPE considera que esta orden ministerial constituye "un grave gesto de discriminación impropio de un buen hacer diplomático, además de un injustificado desprecio hacia las personas por motivos profesionales".

La FAPE también recuerda que este lunes ha insistido al Gobierno español que dé muestras de las gestiones que realiza con Rabat para lograr el libre acceso de los periodistas españoles al Sáhara Occidental, como prometió la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, en la reunión que mantuvo el jueves pasado con representantes de esta Federación.

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