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Maestros peruanos radicales deciden mantener la huelga en demanda de mejoras salariales

Un grupo de maestros peruanos que no reconoce a los dirigentes sindicales decidió mantener la huelga que cumple el magisterio desde hace un mes y rechazar los acuerdos alcanzados por su gremio con el Gobierno. Delegados de los maestros afiliados al Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación Peruana (SUTEP) acordaron poner fin al paro.

LD (Agencias) El secretario de organización de la considerada "ala radical" del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación Peruana, Dionisio Huamán, informó de que sus seguidores se reunirán en los próximos días con el fin de determinar las medidas que tomarán con vista al futuro. Esa postura fue secundada por el dirigente Robert Huaynalaya, quien aseguró que la reunión de la facción disidente del gremio se realizará a cabo el domingo próximo.

El secretario general del SUTEP, Nílver López, anunció que en una reunión general, veintiún departamentos peruanos se manifestaron por la suspensión de la huelga, dos por su continuación, uno se sometió al acuerdo de la mayoría y otro no proporcionó su informe. López hizo un llamamiento a los maestros para que vuelvan a las aulas a partir hoy "conservando en alto la dignidad, unidad, fraternidad y sentido de responsabilidad que siempre nos ha caracterizado".

Agregó que "los logros alcanzados son importantes" y entre estos mencionó el compromiso del Gobierno de un aumento salarial de unos 28 dólares, la elaboración de una "estrategia de duplicación del sueldo" hasta 2006, así como nombrar maestros a aquellos que tienen contrato temporal.

Los maestros peruanos iniciaron su huelga el pasado 12 de mayo en demanda de mejoras salariales y en las leyes del profesorado, medida de fuerza que complicó la situación interna del país al sumarse a las que protagonizaban en ese momento los agricultores y los trabajadores de la seguridad social y del Poder Judicial. Durante los primeros días, las protestas de los maestros terminaron en enfrentamientos con la policía, al punto que llevaron al Gobierno a decretar el estado de emergencia a nivel nacional. En medio de esta medida, que entregó el control de la seguridad interna a las Fuerzas Armadas, un universitario murió por un disparo de los militares durante una manifestación celebrada en la ciudad sur andina de Puno. Tras múltiples negociaciones, en las que intervino monseñor Luis Bambarén, ex presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), los maestros y el gobierno llegaron a un acuerdo el pasado 4 de junio.

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