LD (EFE) Ante miles de seguidores congregados en una plaza de "Capela do Socorro", en la zona sur de la ciudad de Sao Paulo, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, dijo que se necesita del apoyo de sus compatriotas para llegar al segundo mandato de cuatro años y "hacer el doble" de lo realizado desde que llegó al Gobierno en 2003.
Animado por las encuestas que le dan una ventaja de hasta veintidós puntos sobre el socialdemócrata Geraldo Alckmin, Lula reiteró que su proyecto es para "millones de brasileños", contrario, según él, a la propuesta del candidato opositor para favorecer a la "elite social" del país. El discurso del ex líder sindical terminó con un espontáneo canto general de felicitaciones por su sexagésimo primer aniversario, el próximo viernes.
Pero antes, el abanderado del Partido de los Trabajadores (PT) dijo que sus adversarios están irritados con su abrumadora ventaja y planteó una vez más diferencias con Alckmin en relación con sus orígenes al afirmar que la educación se aprende con los padres, y no con los diplomas. Manifestó que "Brasil necesita ser gobernado por quien mira a los ojos del pueblo".
Lula criticó a la prensa brasileña que, en su opinión, no fue benévola con su administración. "Las cosas buenas no aparecían (divulgadas) y las cosas malas aparecían en letras enormes", sostuvo. También celebró el hecho de haber contrariado las expectativas de críticos que apostaban por su derrota a raíz de los escándalos de corrupción entorno al PT.
Sobre la segunda vuelta de las elecciones, que se celebrará el veintinueve de octubre, Lula dijo que el resultado puede probar las diferencias con "el otro candidato". Una encuesta de la empresa "Datafolha" a más de siete mil electores realizada entre el lunes y el martes asigna a Lula el 61 por ciento de los votos válidos y a Alckmin el 39 por ciento. Lula es apoyado por una coalición del socialista Partido de los Trabajadores (PT), un grueso sector del mayoritario Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el Partido Comunista (PCdoB) y el Partido Republicano Brasileiro, del vicepresidente José Alencar.