L D (EFE) Lula, tras aceptar la candidatura del PT por quinta vez consecutiva, declaró: "Decidí someter mi nombre y mi gobierno, con humildad, al juicio de mis hermanos brasileños" "Una vez más soy candidato a la Presidencia de la República, y una vez más me acompañará en este jornada mi querido compañero José Alencar", señaló Lula en medio de prolongadas ovaciones.
"Todos ustedes saben cuánto nos costó llegar hasta aquí, cuántos prejuicios necesitamos remover y cuántas trampas nos vimos obligados a desmontar", declaró el antiguo sindicalista, quien afirmó que "en los últimos tres años y medio se le ha demostrado al mundo que un trabajador puede dirigir los destinos de Brasil".
Según Lula, durante la gestión que comenzó el 1 de enero del 2003 también ha quedado claro que "es posible gobernar con competencia, sin traicionar los intereses de la población más pobre", a la que afirmó que ha dedicado sus mayores esfuerzos. "Ustedes saben lo difícil que fue realizar aquel sueño que parecía imposible, aquel sueño colectivo de tener a un trabajador en la Presidencia de Brasil, pero hoy estoy aquí para decirles que el sueño no acabó y que la esperanza no murió", dijo.
Lula valoró los avances del país desde que llegó al poder, sobre todo en el área social, y sostuvo que "Brasil está hoy mucho mejor de lo que estaba". Por esa razón, dijo que está "en condiciones de hacer mucho más" y expresó su deseo de "seguir al frente del gobierno de todos los brasileños y brasileñas". Según Lula, "los números del Estado demuestran que seguimos por el camino correcto. En ocho años de gobierno, ellos (por la oposición) hicieron las mismas cosas que nosotros hemos hecho en tres años y medio", apuntó.
Dijo además que "cuando asumimos el gobierno, el país estaba al borde de la quiebra, pero en estos últimos tres años y medio hasta han sido canceladas todas las deudas con el Fondo Monetario Internacional (FMI)". En una alusión a sus opositores, afirmó que "el pueblo no los quiere de vuelta", porque "no están escuchando la voz del pueblo y obviamente no la van a escuchar ahora". Garantizó una campaña limpia y transparente y aseguró que "jamás" caerá en provocaciones. "Por más que nos provoquen, no usaremos las armas de ellos", dijo en referencia a que pretende repetir el lema de "paz y amor" que usó en la campaña del 2002.
Según Lula, durante la gestión que comenzó el 1 de enero del 2003 también ha quedado claro que "es posible gobernar con competencia, sin traicionar los intereses de la población más pobre", a la que afirmó que ha dedicado sus mayores esfuerzos. "Ustedes saben lo difícil que fue realizar aquel sueño que parecía imposible, aquel sueño colectivo de tener a un trabajador en la Presidencia de Brasil, pero hoy estoy aquí para decirles que el sueño no acabó y que la esperanza no murió", dijo.
Lula valoró los avances del país desde que llegó al poder, sobre todo en el área social, y sostuvo que "Brasil está hoy mucho mejor de lo que estaba". Por esa razón, dijo que está "en condiciones de hacer mucho más" y expresó su deseo de "seguir al frente del gobierno de todos los brasileños y brasileñas". Según Lula, "los números del Estado demuestran que seguimos por el camino correcto. En ocho años de gobierno, ellos (por la oposición) hicieron las mismas cosas que nosotros hemos hecho en tres años y medio", apuntó.
Dijo además que "cuando asumimos el gobierno, el país estaba al borde de la quiebra, pero en estos últimos tres años y medio hasta han sido canceladas todas las deudas con el Fondo Monetario Internacional (FMI)". En una alusión a sus opositores, afirmó que "el pueblo no los quiere de vuelta", porque "no están escuchando la voz del pueblo y obviamente no la van a escuchar ahora". Garantizó una campaña limpia y transparente y aseguró que "jamás" caerá en provocaciones. "Por más que nos provoquen, no usaremos las armas de ellos", dijo en referencia a que pretende repetir el lema de "paz y amor" que usó en la campaña del 2002.