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Lula comienza su segundo mandato prometiendo un Gobierno que pondrá énfasis en la política social

El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, prometió que durante su segundo mandato su Gobierno pondrá énfasis en los aspectos sociales de su política para permitir un acelerado crecimiento económico del país. En una ceremonia prácticamente protocolaria, Lula reiteró que su nueva administración debe experimentar "osadía", "coraje" e "imaginación" para generar empleo además de  ratificar su compromiso con la responsabilidad fiscal y con una política económica que ha permitido al país mantener la estabilidad, la baja inflación y reducir la vulnerabilidad externa. El presidente calificó también de "terrorismo" la ola de violencia que azotó Río de Janeiro en los últimos días de 2006.

LD (EFE) Tras jurar el cargo de presidente de Brasil para los próximos cuatro años, Luiz Inacio Lula da Silva pronunció un discurso desde la tribuna del Palacio de Planato. Allí, calificó de "terrorismo" la ola de violencia que azotó a Río de Janeiro en los últimos días de 2006 y prometió mano fuerte contra la barbarie.
 
Ante unas cien mil personas, Lula dijo que "la barbaridad que ocurrió en Río no puede ser tratada como crimen común. Es terrorismo y debe ser combatido con la política fuerte del Estado brasileño". La ola de violencia que estalló el jueves pasado con una serie de ataques de la delincuencia contra la policía y el transporte público, se saldó con veinticinco muertos.
 
Portando la banda presidencial, el presidente señaló que "lo que ocurrió en Río de Janeiro fue una práctica terrorista de las más violentas que yo haya visto en este país". Calificó de "facinerosos" a los autores de los ataques, sobre cuya autoría existen diferentes hipótesis.
 
Minutos antes, en una ceremonia prácticamente protocolaria, Lula juraba el cargo para un segundo mandato poniendo énfasis en los aspectos sociales de su política. Dijo que quiere de su nuevo Gobierno "osadía", "coraje" e "imaginación" para acelerar el crecimiento económico y aumentar la generación de empleo y la distribución de la renta.
 
El presidente ratificó su compromiso con la responsabilidad fiscal y con una política económica que ha permitido al país mantener la estabilidad, la baja inflación y reducir la vulnerabilidad externa. Comparando al Brasil actual con el de hace cuatro años, cuando asumió por primera vez el cargo, afirmó que "mucho se ha hecho" para combatir la miseria y el hambre, pero reconoció que, a pesar de eso, "infelizmente permanecen las injusticias entre los pobres".
 
Los actos para la investidura de Lula como presidente y de José Alencar como vicepresidente de Brasil comenzaron en el Palacio de la Alborada, sede de la presidencia, de donde salió el cortejo. El presidente hizo el último tramo del trayecto en un automóvil Rolls Royce descapotable, acompañado de la primera dama, Marisa Leticia, y seguido en otro vehículo por Alencar y su esposa, Mariza Gomes.
 
Al llegar al Congreso, fueron recibidos por los presidentes del Senado, Renan Calheiros, y de la Cámara de los Diputados, Aldo Rebelo. Tras su intervención en el Congreso, escucharon las salvas de cañón y el himno nacional. El mandatario pasó revista a las tropas y el acto concluyó con las palabras que dirigió a los asistentes que esperaban en el exterior.

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