L D (EFE) La ley que se aplicará en Brasil intenta fundamentalmente combatir el tráfico de drogas, que según estadísticas de las autoridades brasileñas llegan al país sobre todo por vía aérea. Datos de la Fuerza Aérea dicen que en el 2003 ingresaron en el espacio aéreo brasileño 4.628 aviones, en su mayoría de pequeño porte, que no pudieron ser identificados.
Los militares creen que en realidad el número de esos pequeños aparatos que sobrevuelan Brasil y son los más usados por los narcotraficantes, es mucho más elevado que el que reflejan las estadísticas. La ley que entra en vigor este domingo establece una serie de pasos que deben ser seguidos antes de que una aeronave sea atacada por ser considerada hostil.
En total son ocho los niveles de advertencias hasta llegar a la orden definitiva de ataque, que sólo podrá ser dada por el máximo jefe de la Aeronáutica, el teniente Luiz Carlos da Silva . Antes del "tiro de destrucción", los aviones de la Fuerza Aérea deberán hacer varios disparos cercanos al aparato sospechoso como última medida de persuasión.
Esa nueva norma legal es similar a la que desde hace años existe en Colombia y a otra que suscitó intensas polémicas en Perú después de que en el 2001 la Fuerza Aérea de ese país derribó por error una avioneta con unos misioneros estadounidenses a bordo.
Para garantizar la aplicación de la ley, la Fuerza Aérea contará con el Sistema de Vigilancia de la Amazonía (SIVAM), un sofisticado conjunto de plataformas tecnológicas utilizado para detectar actos ilícitos en la mayor selva tropical del planeta. Está compuesto por cinco satélites y 120 estaciones en tierra que controlan 5,2 millones de kilómetros cuadrados de Amazonía brasileña, en su mayor parte una región selvática y de difícil acceso.