L D (EFE) La decisión ha sido comunicada mediante la lectura de un manifiesto en presencia del presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), y de los líderes de las dos fuerzas políticas que forman la coalición de gobierno. La nota señala que se convocará "un referéndum consultivo por departamento para establecer la política de exportación del gas", la incorporación de la asamblea constituyente al marco constitucional y la revisión de la ley de hidrocarburos. Según el Ejecutivo, el objetivo de estas medidas es recuperar la situación de normalidad en el país y, de no lograrse este fin, "será evidente que –las revueltas– responden a intereses políticos destinados a terminar con el régimen constitucional y la unidad de la nación".
Tras siete horas de reunión en la residencia presidencial, el mandatario ha aparecido ante las cámaras de televisión en compañía de sus socios en el poder, el ex presidente Jaime Paz Zamora, del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), y Manfred Reyes Villa, líder de la Nueva Fuerza Republicana (NFR). Instantes antes de que el portavoz presidencial, Mauricio Antezana, hiciera público el comunicado el jefe de Estado ha dicho que "nunca antes ha estado tan en peligro la democracia, ni ha estado tan en peligro la unidad". También ha manifestado que la situación que vive el país "ha obligado a la coalición que representa dos tercios de los votos de los bolivianos" a mantener un diálogo para "responder políticamente a este momento".
Además de convocar un referéndum consultivo, que no es vinculante según la Constitución boliviana, el Gobierno promete revisar la Ley de hidrocarburos en un proceso concertado con las empresas petroleras para aumentar los ingresos del país. También plantea la incorporación "de la asamblea constituyente al régimen constitucional de acuerdo a los procedimientos constitucionales". De este modo, el Ejecutivo intenta "reafirmar la decisión de preservar la democracia y el orden constitucional vigentes que son el resultado del sacrificio y la lucha del pueblo boliviano", añade el texto.
Las protestas sociales que comenzaron hace un mes en Bolivia contra la venta de gas al exterior han causado hasta el momento la muerte la muerte de al menos 70 personas y han puesto seriamente en entredicho la continuidad de Sánchez de Lozada en la presidencia.
Tras siete horas de reunión en la residencia presidencial, el mandatario ha aparecido ante las cámaras de televisión en compañía de sus socios en el poder, el ex presidente Jaime Paz Zamora, del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), y Manfred Reyes Villa, líder de la Nueva Fuerza Republicana (NFR). Instantes antes de que el portavoz presidencial, Mauricio Antezana, hiciera público el comunicado el jefe de Estado ha dicho que "nunca antes ha estado tan en peligro la democracia, ni ha estado tan en peligro la unidad". También ha manifestado que la situación que vive el país "ha obligado a la coalición que representa dos tercios de los votos de los bolivianos" a mantener un diálogo para "responder políticamente a este momento".
Además de convocar un referéndum consultivo, que no es vinculante según la Constitución boliviana, el Gobierno promete revisar la Ley de hidrocarburos en un proceso concertado con las empresas petroleras para aumentar los ingresos del país. También plantea la incorporación "de la asamblea constituyente al régimen constitucional de acuerdo a los procedimientos constitucionales". De este modo, el Ejecutivo intenta "reafirmar la decisión de preservar la democracia y el orden constitucional vigentes que son el resultado del sacrificio y la lucha del pueblo boliviano", añade el texto.
Las protestas sociales que comenzaron hace un mes en Bolivia contra la venta de gas al exterior han causado hasta el momento la muerte la muerte de al menos 70 personas y han puesto seriamente en entredicho la continuidad de Sánchez de Lozada en la presidencia.