LD (EFE) La Policía de Bagdad ha confirmado que al menos doce personas han muerto y otras ocho resultaron heridas después de que un terrorista suicida hiciera explotar una bomba en el interior de un microbús que circulaba en el barrió chií de Kademiya. Fuentes oficiales indicaron que el criminal subió al vehículo y activó el dispositivo. Cinco personas quedaron totalmente carbonizadas e irreconocibles. Los heridos han sido trasladados de urgencia a los hospitales de Sula.
Además, un coche bomba explotó este lunes en un barrio en el sureste de Bagdad, y dejó al menos dos muertos y quince heridos, según informaron fuentes de la policía. El automóvil estalló a las 14.35 hora local (11.35 GMT), cuando Fadel al Beree, gobernador de la localidad de Al Madaen, a 25 kilómetros al sureste de Bagdad, salía de la sede de la gobernación. La fuente aseguró que el explosivo situado en el coche fue activado por control remoto.
El coche bomba, añadió la fuente, estaba aparcado en un lateral de la carretera en las inmediaciones de un mercado popular del barrio de Yisr Diyala. La explosión destruyó tres vehículos y provocó graves daños materiales en cinco tiendas del mercado, además de la rotura de numerosas ventanas en los edificios colindantes, agregó. Por su parte, fuentes del hospital Al Zafraniya dijeron que su centro médico había recibido a once heridos por el atentado.
Seis muertos en la localidad de Mosul
En Mosul, al norte de Bagdad, al menos seis personas han muerto y otras veintidós resultaron heridas después de que un terrorista hiciera explotar una bomba que traía adosada a su cuerpo. Esta vez, el objetivo fue el restaurante Abú Ali, localizado cerca de una comisaría de Policía de la ciudad. Según las fuentes, entre los heridos se encuentran diez policías iraquíes. El atentado ocurrió cuando el restaurante se encontraba lleno de clientes que a esa hora estaban desayunando.
Unas horas antes, en la calle Al-Qanat, al este de Bagdad, dos bombas explotaban al paso de un convoy de cuatro vehículos blindados de los que utilizan los contratistas extranjeros que trabajan para el Gobierno iraquí o la coalición militar que encabeza EEUU. Al menos diecinueve civiles iraquíes resultaron heridos.