L D (Europa Press) "Es incomprensible e inaceptable", declaro el secretario general del sindicato Fuerza Obrera, Jean Claude Mailly, quien criticó duramente la promulgación de la ley decidida por el presidente Chirac. "Las dos pequeñas modificaciones que ha anunciado llevan dos semanas siendo contempladas por el primer ministro y no bastan" para frenar la movilización, manifestó Bernard Thibault, líder del primer sindicato galo, la CGT.
El líder estudiantil Bruno Julliard, por su parte, dijo que "los jóvenes no han sido escuchados" y "despreciados" por el presidente. Mientras Jean Louis Walter, secretario general del sindicato CFE-CGC, explicó que la declaración del jefe de Estado es "digna de una República bananera".
La dura respuesta fue compartida en el mundo político. "No se va hacia la resolución del conflicto", constató el líder del Partido Socialista, François Hollande."Es una construcción abracadabrantesca e incomprensible, cuyo único objetivo es conciliar el dictado de su primer ministro y el rechazo de los franceses", explicó el jefe del grupo parlamentario socialista, Jean Marc Ayrault.
El presidente explicó que ha pedido al Gobierno que redacte una nueva ley con "dos modificaciones" esenciales: la reducción del periodo de prueba de dos años a uno y la obligatoriedad de que toda persona despedida conozca los motivos de la ruptura del contrato. "Ningún contrato podrá ser firmado sin estas modificaciones", asevero el jefe del Estado en un mensaje solemne a la nación.
El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, aplaudió por su parte la "sabia" decisión de Chirac y dijo que ésta e atiene a las peticiones "de la inmensa mayoría de los parlamentarios de la UMP". El 'número dos' del Ejecutivo explicó que el presidente ha hecho caso a su tesis de que había que aceptar modificaciones.