Menú

Los periodistas Chesnot y Malbrunot llegan a Francia y son recibidos por Chirac y Raffarin

Los periodistas franceses Christian Chesnot y Georges Malbrunot, liberados este martes tras pasar cuatro meses secuestrados en Irak, llegaron este miércoles a Francia. Un avión de transporte militar C-130 Hércules les sacó a primeras horas de la mañana de Bagdad, con rumbo a un aeropuerto militar de la región chipriota de Paphos, a unos 170 kilómetros de Nicosia, donde hicieron una breve escala antes de poner rumbo a París.

L D (EFE) Los dos periodistas, que han pasado 124 días en manos del "Ejército Islámico en Irak" llegaron en torno a las 18.30 locales (17.30 GMT) al aeropuerto militar de Villacoublay (afueras de París) desde Chipre, a bordo de un Falcon 900, acompañados por el jefe de la diplomacia francesa, Michel Barnier, y algunos allegados.

Fue Malbrunot el primero en descender del avión, seguido de Chesnot. Ambos, que presentaban un aspecto saludable, se fundieron en un abrazo con sus respectivas madres y después fueron saludando al resto de sus familiares.

Tras permanecer en un segundo plano, el presidente francés, Jacques Chirac, se aproximó a los periodistas para darles la mano y acogerles oficialmente a su llegada a Francia. Bajo la lluvia y con un frío intenso, les esperaban también, entre otros, el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, así como los ministros de Defensa, Michele Alliot-Marie, y de Cultura y de Comunicación, Renaud Donnedieu de Varbres, y el chófer sirio secuestrado junto a ellos y liberado en noviembre pasado.
 
Los periodistas calificaron de "inesperada" su liberación  y aseguraron que no fueron maltratados durante su secuestro de cuatro meses en Irak, aunque pasaron momentos "a veces muy difíciles".

"Hemos vivido momentos difíciles, a veces muy difíciles, pero no perdimos la esperanza. Teníamos esperanza en la acción de las autoridades francesas", subrayó Malbrunot.
 
Los dos ex rehenes aseguraron haber mantenido una actitud de "paciencia" durante el secuestro: "Nos decíamos que cada día que pasaba nos acercamos al final", dijo Malbrunot. "Comprendimos que no querían matarnos enseguida e iniciamos el diálogo con ellos. Estuvimos al principio en una granja", luego "nos llevaron a una casa no lejos de Bagdad, nos dijeron que nos tratarían bien (...) Nos pidieron paciencia porque iban a establecer contactos con las autoridades francesas", relató Chesnot.

Además, afirmaron repetir constantemente a sus secuestradores que eran periodistas franceses, un país "que no tiene tropas en Irak y que tuvo una posición dura contra la guerra". Malbrunot explicó que "les decíamos que comprendíamos la resistencia y eso permitió mostrar que no éramos pro-estadounidenses".




 

Temas

En Internacional

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura