LD (EFE) Austria ha dado un peligroso giro a la extrema derecha tras el castigo que los electores han dado a los dos partidos tradicionales, el SPÖ (Partido Socialdemócrata) y el Partido Popular (ÖVP), en las elecciones legislativas. Los resultados han significado el regreso a la escena política del populista de derechas, Jörg Haider, actual jefe del Gobierno regional de Carintia. Su formación, "Unión por el futuro" (BZÖ), obtuvo un inesperado apoyo al triplicar casi sus votos, hasta el once por ciento.
Su discípulo y rival, Heinz-Christian Strache, líder del también opositor Partido Liberal (FPÖ), incluso lo superó con el dieciocho por ciento de los votos (7 por ciento más que en 2006), por lo que juntos ambos rozan el 30 por ciento, prácticamente el mismo nivel que obtuvo el Partido Socialdemócrata (SPÖ) de Werner Faymann.
Aún más "dolorosa" fue la derrota para el Partido Popular (ÖVP) del vicecanciller y ministro de Finanzas, Wilhelm Molterer, que perdió casi nueve puntos y se colocó en segundo lugar, con sólo el 25,6 por ciento de los votos. Se da por seguro que Molterer tendrá que presentar su dimisión tras la reunión de la cúpula que se celebra este lunes.
Las miradas están centradas ahora en Faymann, quien recibirá esta semana el encargo del presidente de la República para formar Gobierno por presidir el partido más votado, aunque haya logrado los peores resultados de la historia de esta centenaria formación política.