LD (EFE) En un comunicado leído por el presidente de la CEV, monseñor Baltazar Porras, la cúpula católica pidió el referendo contra Hugo Chávez -que está en estudio por la autoridad electoral-, como la forma de "detener y superar la división y la violencia crecientes".
"El país no tolera más la polarización que nos contrapone en patriotas y golpistas", agrega el comunicado, tras advertir una "disolución del Estado de derecho" y denunciar al Gobierno de Venezuela como violador de los derechos humanos.
En alusión a los incidentes violentos registrados a finales de febrero e inicios de marzo, el texto señala que "denunciamos las desmesuradas represiones por parte de las fuerzas de seguridad, con el trágico saldo de muertos, privados de libertad, torturados y humillados". Enfrentamientos entre activistas opositores en demanda del referendo y cuerpos de seguridad del Estado dejaron entonces al menos nueve muertos, que el Gobierno atribuye a los mismos manifestantes, lo que es rechazado por la oposición.