Una de las víctimas es un hombre de 65 años que murió "en un fuego cruzado" entre la Policía y seguidores de Zelaya en Tegucigalpa, y el otro un joven que recibió un balazo disparado por un policía en un retén en San Pedro Sula, 243 kilómetros al norte de la capital, agregó Duarte.
El Ministerio Público ya incoó la denuncia contra el agente en un tribunal de justicia de San Pedro Sula, según el portavoz. Duarte afirmó que "no tenemos ningún otro caso, pese a lo que se dice", en alusión a que, según Zelaya, la cifra de muertos es superior e incluso podría alcanzar la decena.
El hombre muerto en Tegucigalpa fue identificado como Francisco Alvarado, y el de San Pedro Sula como José Jacobo Perdomo, de 18 años, según fuentes policiales y judiciales.
Perdomo falleció el miércoles de un balazo del policía Denis Montoya, quien le disparó por no obedecer su orden de detenerse en un retén en la populosa colonia Rivera Hernández de San Pedro Sula, dijo a la prensa el jefe del Ministerio Público en esa ciudad, Rafael Fletes.
Después del hecho, el policía entregó su pistola en la comisaría y se dio a la fuga, pero ya ha sido denunciado por homicidio, añadió el fiscal. El joven se trasladaba en bicicleta y llevaba colgados al hombro unos zapatos de jugar al fútbol, según medios locales.
En Tegucigalpa, Francisco Alvarado murió también el miércoles a causa de una herida de bala que recibió en el abdomen el martes por la noche en medio de un enfrentamiento entre policías y seguidores de Zelaya en la colonia Flor del Campo, en el oeste de la ciudad.
Un hermano de la víctima, Wilfredo Alvarado, relató a la prensa que Francisco "estaba descansando en su casa y salió a tomar un refresco a una pulpería" donde se originó el tiroteo de la Policía contra los manifestantes de la Flor del Campo.
El hombre fue trasladado herido por la Policía al estatal Hospital Escuela, donde murió, según dijo a la prensa el portavoz policial, Orlin Cerrato. Al ser preguntado por los periodistas sobre si la familia sabe quién disparó contra Francisco Alvarado, su hermano respondió: "No".
Cerrato agregó que "son mentiras, son falsedades" que haya habido diez muertos durante los disturbios registrados en Tegucigalpa después del regreso de Zelaya al país, como afirmó el miércoles el depuesto presidente hondureño.
"Tengo información de más de diez personas que fueron asesinadas ayer (por el miércoles)", dijo Zelaya en declaraciones por teléfono a medios de comunicación, sin que hasta el momento ni sus seguidores ni las autoridades hayan confirmado esos decesos.
Desde el regreso de Zelaya, quien se encuentra en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, se han registrado disturbios y saqueos de negocios en algunos barrios y colonias de Tegucigalpa después de que policías y militares desalojaran a simpatizantes del gobernante depuesto de los alrededores de la sede diplomática.
Las autoridades locales han registrado al menos una veintena de heridos y decenas de detenidos por los disturbios y también por violar el toque de queda establecido desde el lunes y que fue levantado este jueves.