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Los líderes chiíes más influyentes exigen a Al Sader que deje de usar las mezquitas como arsenales

La edición electrónica del New York Times (NYT) informa de que los más influyentes líderes chiíes han exigido a Muqtada al Sader que retire a sus sicarios del Ejército Mahdi de las ciudades santas de Nayaf y Kerbala, que deje de convertir las mezquitas en arsenales de armas y que devuelva el poder a la Policía iraquí y a las unidades de defensa civil que operan bajo control norteamericano. Asimismo, han reclamado a EEUU una rápida vuelta a las negociaciones sobre el futuro político de Irak.

(Libertad Digital) Los líderes chiíes reconocen que han retrasado su llamamiento hasta que han advertido claros signos de hostilidad hacia Al Sader en el seno de esta comunidad religiosa (mayoritaria en Irak).
 
Algunas informaciones hablan de que un grupo que se hace denominar Ejército Thulfiqar habría dado muerte, en Nayaf, a al menos siete sicarios del Ejército Mahdi en las últimas dos semanas, y que el pasado viernes miles de personas se concentraron ante el santuario del imán Alí (también en Nayaf) para mostrar su repulsa por el clérigo radical, que se encuentra huido de la Justicia iraquí.
 
Un miembro del Supremo Consejo de la Revolución Islámica en Irak (también denominado Sciri) ha declarado al NYT que Al Sader "está aislado al cien por cien en la mayoría de las provincias del sur; está aislado incluso en Nayaf". "La gente que le respetaba –añadía el militante del Sciri, grupo muy ligado al gran ayatolá Sistani– ha sido tomada como rehén".
 
Al Sader ha sido criticado, prosigue diciendo el miembro delSciria que ha tenido acceso el
NYT, incluso por su más poderoso promotor religioso, el gran ayatolá Kazem Hossein Haeri, radicado en la ciudad iraní de Qum. Haeri ha instado a Al Sader a sacar sus sicarios de Nayaf y Kerbala y a dejar de almacenar armas en las mezquitas.

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