Con todo lo que se critica a Italia, allí al parecer aún tienen redaños y prurito profesional los colectivos afectados por alguna tropelía del poder. Si en Expaña, los ju-HECES se hubieran rebelado contra la ley orgánica del poder judicial, el cuarto turno y otras lindezas similares, a esta alturas el CGPJ, la carrera fiscal y otras instituciones algo funcionarían, en vez de ser correas del zETAp de turno. Ha pasado lo mismo en otras instancias: el generalato, los interventores de cuentas, etc. Y luego se quejan / nos quejamos de lo mal que funciona todo. Si desde los tiempos de González asistimos inanes a la demolición sistemática de un esquema de estado, mal copiado de otras democracias al uso, en las que la desconfianza entre instituciones y los mecanismos de contrapoder son la esencia del funcionamiento. Aquí, qué va; si algo estorba, cambio la ley que para algo el BOE es mío. ¿Y?. Nada, Manolo, otra de gambas y dos de tinto con casera, que ehtoh políticoh ze creen que me van'amargá er jurgol. !C'oy huega er Madrí, cohone¡.