L D (EFE) Dado que Milosevic padece de forma crónica de presión alta y de problemas cardíacos, la decisión de este martes debe incluir "una revisión radical" del juicio, según explicó en la audiencia de ayer el juez jamaicano Patrick Robinson, que preside la sala del Tribunal que juzga a Milosevic.
Está previsto que la decisión del TPIY, que se conocerá este martes, fije primero una nueva fecha para el inicio de la segunda fase del juicio, la defensa de Milosevic, que tuvo que ser ayer aplazada por problemas de salud del acusado. Además, los jueces deben buscar una fórmula que haga frente a las continuas pausas que ha sufrido el proceso y que probablemente se repetirán a causa de la mala salud crónica del ex líder serbio.
La propuesta de la Fiscalía es que se proceda a obligar a Milosevic a aceptar un abogado que le defienda en la sala del tribunal, por lo que él podría seguir desde su celda el proceso sin necesidad de desplazarse diariamente. Milosevic rechaza rotundamente esta propuesta y este lunes advirtió a los jueces: "nunca estaré de acuerdo con eso". El ex mandatario serbio solicita que se le conceda un mes extra para descansar y tener tiempo para finalizar su estrategia de defensa. Si los jueces aceptaran esta petición, la fase de defensa no comenzaría hasta finales de agosto o principios de septiembre, después de las vacaciones de verano del tribunal.
Una vez empiece la segunda fase de su juicio, Milosevic dispondrá de cuatro horas para presentar su defensa y 150 audiencias para llamar a sus alrededor de 1.400 testigos. El TPIY no ha puesto límite al número de testigos, pero en todo caso Milosevic no tendrá más tiempo disponible que 150 días para los interrogatorios, que quiere que se produzcan en la sala y ante el público, rechazando los testimonios escritos.