El organización fundamentalista de los Hermanos Musulmanes trata de colocarse en un lugar destacado en la era post-Mubarak. Así, han asegurado que los acontecimientos de las últimas horas suponen "el triunfo pacífico del pueblo" y el inminente comienzo de "una nueva etapa" en la historia de Egipto.
Los islamistas radicales, una de las pocas organizaciones que por su importancia son capaces de liderar el proceso egipcio, que se abre ahora, anuncian así su intención de formar parte fundamental del mismo. Ya la semana pasada se incorporaron a las negociaciones de la transición sin que la comunidad internacional, que ahora se limita a celebrar la caída del tirano, pusiese el grito en el cielo.
Ahora los Hermanos se apresuran a vestir sus intenciones radicales, fundamentadas en la sharia, asegurando que "la caída del injusto régimen de Mubarak supone el paso principal y el comienzo de un largo camino". Son palabras de Mohamed Mursi, quien además pidió a las Fuerzas Armadas que cumplan "con las legítimas aspiraciones del pueblo".
Mursi alabó además al pueblo egipcio "por su resistencia" y rindió "homenaje a los mártires por la sangre que derramaron por la libertad de la patria", utilizando un lenguaje que testifica la naturaleza radical de su programa. Para el dirigente de los Hermanos Musulmanes, esta victoria del pueblo se ha conseguido de "manera pacífica y civilizada, sin agredir la propiedad pública y privada ni las instituciones del Estado".
En cuanto a la entrega del poder a las Fuerzas Armadas, Mursi hizo hincapié en que la institución militar tiene que cumplir con las exigencias del pueblo. "Las Fuerzas Armadas son capaces de proteger el poder y la voluntad popular y traspasar al pueblo el poder legítimo". Entre las principales demandas populares, Mursi citó "un nuevo Parlamento, una nueva Constitución o que se enmiende gran parte de la actual". La carta magna debe "minimizar los poderes del presidente" y expresar "la voluntad popular", agregó.
Mursi reiteró su esperanza de que se celebren "elecciones libres y honestas" para establecer "un nuevo régimen con un gobierno que satisfaga los intereses del pueblo y del país". "Los egipcios deben comprender que estamos en el curso de un nuevo camino", subrayó.
El Baradei vive su "mejor día"
El líder opositor egipcio, Mohamed ElBaradei, ha declarado que este viernes es "el mejor día" de su vida, y se ha ofrecido a colaborar con el Ejército en la preparación de elecciones "justas y libres", después de que el que fuese presidente de Egipto durante tres décadas, Hosni Mubarak, haya anunciado su dimisión.
"Hemos esperado décadas por este día. Todos estamos deseando trabajar con el Ejército para preparar unas elecciones justas y libres", ha dicho ElBaradei en declaraciones a Reuters. Mubarak ha cedido sus poderes al Consejo Supremo militar, que debe ahora pilotar la transición que miles de manifestantes llevaban 18 días reclamando en las calles.
En este sentido, el antiguo máximo responsable de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha declarado que en este periodo de transición "el Ejército y el pueblo" compartirán el poder.
ElBaradei no ha cerrado su posible presencia en las próximas elecciones presidenciales: "Esta cuestión no está en mi mente". "He vivido lo suficiente y estoy feliz de ver a Egipto liberado", ha explicado.
La UE celebra su marcha
Los principales líderes de la Unión Europea (UE) aseguraron por su parte que el hasta ahora presidente de Egipto ha "escuchado" la voz de su pueblo. "Con su dimisión, ha escuchado las voces del pueblo egipcio y ha abierto la vía a unas reformas más rápidas y profundas", afirmaron en un comunicado conjunto los presidentes de la Comisión Europea (CE) y del Consejo Europeo, José Manuel Durao Barroso, y Herman Van Rompuy, y la alta representante europea, Catherine Ashton.
Los líderes de la UE pidieron que a partir de ahora "se acelere el diálogo que conduzca a un Gobierno con una amplia base civil, y que respete las aspiraciones del pueblo egipcio y les ofrezca estabilidad".
Además, celebraron el "valor" del pueblo egipcio, que ha llevado a cabo su campaña por un cambio democrático "pacíficamente y con dignidad".
Añadieron que "una transición ordenada e irreversible hacia la democracia y unas elecciones libres y justas es el objetivo compartido tanto por la UE como por el pueblo egipcio", y puntualizaron que "la violencia nunca puede aceptarse".
Finalmente, los líderes de la UE aseguraron que el futuro de Egipto "está de manera justa en las manos del pueblo" y recordó que la UE está dispuesta a "ayudar de todas las maneras que pueda".
Ashton, por su parte, pidió también "un plan de transición", y recalcó que la UE puede apoyar en ese proceso, porque "tiene mucha experiencia" en la ayuda a la construcción democrática en otros países.
La alta representante de la UE también destacó la importancia del papel que corresponde ahora al Ejército egipcio, que ha recibido el poder de Mubarak, para emplear de forma positiva la nueva responsabilidad que acaba de asumir.
Los militares "tienen la oportunidad de hacer avanzar su país, confío en que lo hagan y demuestren al pueblo que quieren hacerlo", afirmó la responsable comunitaria, que el lunes tiene previsto iniciar una gira por Túnez, Egipto y posiblemente otros países de la región, aunque los detalles no han sido aún cerrados.