L D (Europa Press) Los parlamentarios votaron suprimir también la partida de 14 millones de euros destinados a los representantes especiales de la UE que dirige Solana (entre ellos el de Afganistán, el también español Francesc Vendrell, pero también otros para Oriente Próximo, Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Kosovo, o Cáucaso Meridional), por la falta de controles sobre su nombramiento y sus funciones. Este dinero se transfiere al presupuesto de administración de la Comisión Europea.
Los cambios se introdujeron durante la votación en pleno en primera lectura del presupuesto de la UE para 2007. Con ellos, la Eurocámara se enfrenta a Solana y los Veinticinco y se pone del lado de la Comisión, que controla la mayor parte de los fondos destinados a Política Exterior aunque tiene pocas competencias en esta materia.
Asimismo, dejó claro que el recorte a la mitad de los fondos para el Alto Representante es sólo un arma de negociación para lograr un compromiso de mayor cooperación de aquí a la segunda lectura del presupuesto. "Hemos votado una reducción del 50 por ciento en la línea presupuestaria y nuestra intención entre primera y segunda lectura es garantizar que se aplicara auténticamente el acuerdo que existe entre el Consejo y la Comisión sobre consulta, que no funciona. Esperamos una respuesta positiva", explicó el parlamentario.
Sobre los representantes especiales, censuró que "se les nombra sin saber por qué, cómo ni qué hacen". "A veces se contradicen con la política regular de la UE y por ello queremos un procedimiento claro que indica cómo se les nombra, cuáles son sus funciones y ante quien responden para que podamos tener más coherencia en nuestra política exterior con estos representantes especiales que parecen ser los agentes especiales del señor Solana", dijo.
En su votación, la Eurocámara se mantiene por debajo del techo de gasto del capítulo de política exterior, lo que significa que no pide el uso del instrumento de flexibilidad, hasta 200 millones de euros para necesidades imprevistas. Por zonas, hay previstos 90 millones de euros para la reconstrucción de Afganistán y 80 millones para los países al este del Jordan, denominación que incluye a Irak.