L D (EFE) Barba, Bernat Carreres y Marc son tres miembros de EPI que partieron hacia Bagdad el 15 de febrero y volvieron el pasado sábado por motivos familiares y laborales. Los otros diez escudos humanos que salieron con ellos continúan en Bagdad, donde han intentado instalarse frente al hospital infantil Sadam, pero se han encontrado con la oposición del gobierno iraquí. La pasada semana consiguieron la autorización del ministerio de Información, pero cuando ya habían comprado las carpas les llegó la prohibición del ministerio de Sanidad.
Las últimas informaciones que ha recibido EPI de sus miembros de Bagdad señalan que el gobierno iraquí ha asegurado a los 300 escudos humanos que hay en Bagdad que sólo tiene recursos para facilitar alojamiento y comida a entre 30 ó 50 personas, por lo que los demás deben abandonar el país. Según las citadas fuentes, el gobierno de Sadam ha dado permiso a esta cincuentena de personas para colocarse en una refinería, dos centrales térmicas y un tanque de agua potable destinado a la población. En estos momentos, la asociación internacional Human Shields está analizando la propuesta porque, según ha explicado un portavoz de EPI, "nosotros somos pacifistas y queremos que se respete nuestra libertad de movimientos".
De momento, EPI ha paralizado la salida de nuevas caravanas y ha aplazado la que iba a partir de Barcelona el próximo miércoles con siete personas, cuatro catalanes, uno de las Islas Baleares y dos madrileños. Los tres escudos humanos que ya han vuelto a Barcelona se han mostrado indignados por la posición de Sadam Husein y por la de Estados Unidos y España "dispuestos a bombardear un pueblo que vive ya muchas penalidades a consecuencia del embargo". Durante los días que han permanecido en Bagdad han hecho varios actos en favor de la paz, como colgar una pancarta sobre el río Tigris o colocar velas en plazas y calles de la capital iraquí.
Las últimas informaciones que ha recibido EPI de sus miembros de Bagdad señalan que el gobierno iraquí ha asegurado a los 300 escudos humanos que hay en Bagdad que sólo tiene recursos para facilitar alojamiento y comida a entre 30 ó 50 personas, por lo que los demás deben abandonar el país. Según las citadas fuentes, el gobierno de Sadam ha dado permiso a esta cincuentena de personas para colocarse en una refinería, dos centrales térmicas y un tanque de agua potable destinado a la población. En estos momentos, la asociación internacional Human Shields está analizando la propuesta porque, según ha explicado un portavoz de EPI, "nosotros somos pacifistas y queremos que se respete nuestra libertad de movimientos".
De momento, EPI ha paralizado la salida de nuevas caravanas y ha aplazado la que iba a partir de Barcelona el próximo miércoles con siete personas, cuatro catalanes, uno de las Islas Baleares y dos madrileños. Los tres escudos humanos que ya han vuelto a Barcelona se han mostrado indignados por la posición de Sadam Husein y por la de Estados Unidos y España "dispuestos a bombardear un pueblo que vive ya muchas penalidades a consecuencia del embargo". Durante los días que han permanecido en Bagdad han hecho varios actos en favor de la paz, como colgar una pancarta sobre el río Tigris o colocar velas en plazas y calles de la capital iraquí.