LD(EFE) Los empresarios españoles presentes en la Conferencia de Donantes, al igual que los franceses y los estadounidenses, se preocupan por la seguridad y la estabilidad de Irak a la hora de invertir su dinero. Además, varios profesionales españoles defendieron la propuesta de la CEOE de que "la totalidad" de la aportación del Gobierno español para la reconstrucción de Irak, que ascenderá a trescientos millones de dólares, se materialice en contratos para las compañías españolas.
El director de Gestión Exterior de la Asociación de Empresas Constructoras de Ambito Nacional (Seopan), Pedro González-Haba, destacó el interés de estas compañías en la reconstrucción, pero incidió en la necesidad de solventar el problema de la seguridad y disponer de un marco financiero adecuado para sacar adelante los proyectos.
El presidente de Abengoa, Manuel Gasset, opinó que el asunto de la gobernabilidad "pesa de manera seria y profunda" y crea problemas, dado que al final la decisión sobre la adjudicación de los fondos depende de esta autoridad, lo que entraña cierto riesgo. Además, dijo que las empresas españolas están interesadas en conocer la postura de los bancos que van a financiar los proyectos, al margen de las donaciones, y de las compañías de seguros de créditos a la exportación que respaldarán sus inversiones.
El vicepresidente de Técnicas Reunidas, Manuel Valencia, calificó de "muy confusa" la actual situación de Irak y dijo que los proyectos de gran envergadura "necesitan un clima político estable" porque, dijo, "el dinero es tradicionalmente cobarde" y no va a haber inversiones sin estabilidad. "Las leyes sólo sirven si hay hechos detrás" y, por el momento, "en Irak hay más voluntad que otra cosa", precisó.
Los representantes de compañías estadounidenses coincidieron con los empresarios españoles en que las condiciones de seguridad son una preocupación fundamental que condicionará el proceso de reconstrucción y valoraron la oportunidad que les ha dado la conferencia para conocer a los miembros del ejecutivo provisional iraquí.
El director de Gestión Exterior de la Asociación de Empresas Constructoras de Ambito Nacional (Seopan), Pedro González-Haba, destacó el interés de estas compañías en la reconstrucción, pero incidió en la necesidad de solventar el problema de la seguridad y disponer de un marco financiero adecuado para sacar adelante los proyectos.
El presidente de Abengoa, Manuel Gasset, opinó que el asunto de la gobernabilidad "pesa de manera seria y profunda" y crea problemas, dado que al final la decisión sobre la adjudicación de los fondos depende de esta autoridad, lo que entraña cierto riesgo. Además, dijo que las empresas españolas están interesadas en conocer la postura de los bancos que van a financiar los proyectos, al margen de las donaciones, y de las compañías de seguros de créditos a la exportación que respaldarán sus inversiones.
El vicepresidente de Técnicas Reunidas, Manuel Valencia, calificó de "muy confusa" la actual situación de Irak y dijo que los proyectos de gran envergadura "necesitan un clima político estable" porque, dijo, "el dinero es tradicionalmente cobarde" y no va a haber inversiones sin estabilidad. "Las leyes sólo sirven si hay hechos detrás" y, por el momento, "en Irak hay más voluntad que otra cosa", precisó.
Los representantes de compañías estadounidenses coincidieron con los empresarios españoles en que las condiciones de seguridad son una preocupación fundamental que condicionará el proceso de reconstrucción y valoraron la oportunidad que les ha dado la conferencia para conocer a los miembros del ejecutivo provisional iraquí.