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Los detalles de la maniobra para sacar de España a Haidar: "¡Que se dé prisa!"

Tras conocerse que Marruecos nunca dio su autorización para el regreso de Haidar, este domingo trascienden algunos detalles no conocidos del esperpéntico intento para tratar de sacar a la activista de España. Un policía fue destituido y hubo bronca entre Willy Toledo y una diputada del PSOE.

La situación, según el relato de los hechos en el que este sábado profundizan los diarios, fue rocambolesca. Este sábado Exteriores trató de explicar en qué se basó para intentar sacar a Haidar de España después de que Marruecos indicara que nunca dio permiso para ello. El Gobierno se basó sólo en un permiso técnico pero no había una autorización política de Rabat. Es más: según el gobierno marroquí, se comunicó a Exteriores el viernes a las 19 horas de que su postura se mantenía inflexible y no iban a permitir el regreso de la saharaui.

Pese a ello, el Gobierno intentó la salida de la activista mediante un salvoconducto y los permisos para sobrevolar Marruecos. Y la consigna para que todo saliera bien fue la discreción y la prisa. Según El Mundo, después de que se le dijera a Haidar que "estaba hablado" con Marruecos, se le instó, en la tarde del viernes, a prepararse para el viaje. Una de las invitadas al viaje, la diputada socialista Delia Blanco, insistía en que se apresurara: "¡Decidle a Aminatu que se dé prisa! ¡Que se dé prisa!". "Venga, venga, es cuestión de minutos", cuentan que dijo cuando se le recordó que la activista llevaba veinte días en huelga de hambre.

La saharaui finalmente se subió al avión pero, como ya se sabe, este no llegó a despegar. Y la tensión estalló en el aeropuerto de Lanzarote. El actor Willy Toledo, miembro del grupo de artistas que se han movilizado por la vuelta de Haidar, fue amonestado por la diputada socialista. Blanco le reprochó que había sido por su culpa, que ya le habían dicho que se diera prisa. "Le habéis hecho una putada a esta mujer, tres horas de emociones para nada", cuentan que respondió Toledo. "Dejadlo, vale", medió Agustín Santos, el enviado de Moratinos.

Los flecos sueltos del intento del departamento de Moratinos alcanzaron también las esferas policiales. Según el mismo diario, un policía fue destituido por negarse a poner el sello de entrada en el salvoconducto expedido para que Haidar saliera de España. La situación se produjo cuando la activista salió del avión y tenía que entrar de nuevo en el aeropuerto. El agente recordó a la comitiva que no podía estampar su sello en el documento porque sólo servía para salir. Delia Blanco le pidió que no fuera tan intransigente y el policía sugirió que Haidar se quedara en la zona de tránsito, donde sí pueden estar los extranjeros. Después llegó la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, a la que el agente le pidió una orden por escrito porque le ordenaban algo "ilegal". La situación se zanjó drásticamente cuando el comisario del aeropuerto de Arrecife le comunicó al policía que estaba destituido del servicio.

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